El País Digital
Sábado 
25 noviembre 
2000 - Nº 1667
CULTURA
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Encantados de ser diferentes 

Una filóloga sevillana recopila los pintorescos nombres de pila que escogen en la República Dominicana 

MIGUEL ÁNGEL ORDÓÑEZ , Santo Domingo 
Dominicanos en una tienda
de Santo Domingo (P. Arceo).
El señor Fatule, dominicano descendiente de palestinos, tuvo en 1937 la idea de tributar su mejor creación, sus hijos mellizos, a dos personajes cercanos a su corazón. Con el frontal rechazo del párroco del barrio, nominó a sus vástagos Hitler y Mussolini. La polémica gustó tanto en la Embajada italiana, que el Duce envió a su admirador dos retratos autografiados. Fatule aportaba así su granito de arena a una revolución en la onomástica dominicana que superaría rápidamente su excentricidad. En vísperas de la II Guerra Mundial, pronto se multiplicaron los Mussolini (López), Hirohito (Reyes), Winston (Ramírez) o Roosevelt (Camilo), y se retomaron nombres de héroes decimonónicos como en el caso de Odónel (Gómez) y Garibaldi (García).
 
 

"El dominicano está alucinado por un afán de destacarse de los demás, y llevar un nombre no tradicional encamina hacia esa conquista", opina la escritora dominicana Aída Bonelly para explicar la profusión de nombres curiosos como Expreso (Valdés), Meningitis (Rodríguez), Válvula (Sánchez), Monitor (Pérez), Etcétera (Vásquez), Gerssi Suéter (García) o Albania Urss (Díaz).
 
 

¿Excepciones a la regla habitual? En absoluto. "A partir de mediados de siglo empieza todo un boom de nombres rarísimos", casi siempre sensibles a las situaciones del país, considera la filóloga sevillana María José Rincón, que decidió realizar su tesis doctoral sobre el tema tras recalar como funcionaria en el registro del consulado español en Santo Domingo.
 
 

Rincón ha podido constatar en su estudio una gran variedad de nombres únicos con las ideologías, la toponimia y el santoral católico como fuentes básicas ligeramente adulteradas.
 
 

Es habitual bautizar al nacido con el nombre del santo del día, con la nota pintoresca de la utilización únicamente de denominaciones religiosas del santoral como nombre simple -Nuestra Señora (Rodríguez), Virgen (Gómez), Santa Inés (Peguero), Beata (Sánchez)...- o combinadas con resultados poco "ortodoxos": Santa Warquidia, Santa Iluminada, Santa Bileysi, Santa Perla, Bellanire Virgen, Pura Inmaculada, Virgen Liselot, Virgen Librada o Pura Virgen. Al echar mano del calendario con el santoral, también aparecen nombres como Epifanía de Jesús, Corpa y Corporina (por el Corpus Christi) e incluso un Nolaborable (Pérez).
 
 

Entre los toponímicos más usuales, María José Rincón ha identificado algunos llamativos: Hiroshima Malvina, Amauris Hirlanda, Betty Bolivia, Lucy Thania, Numancia Alsacia Antioquía, Nayrobis, Somalia Migdalina, Bilmania Edelmira, Katiuska Hanoi (Medina).
 
 

En ese gusto por la singularidad cabe citar también que el dictador Trujillo puso a sus hijos nombres de personajes de la ópera Aída: Ramfís y Radamés. Periodos convulsos de la historia dominicana han dejado su huella en los registros civiles. En la época de represión antiizquierdista conocida como los sangrientos Doce Años de Joaquín Balaguer (de 1966 a 1978), millares de padres contestatarios, muchos obligados a exiliarse, expresaron su protesta bautizando a sus hijos con nombres de ídolos o lugares comunistas: Hochimín (Castillo), Chernichevski Ulianov (Reyes), Martcila Luidmilova, Wanda Soviesky (Paredes), Lucienne Marlenin (Rodríguez), Vladimir Ivannof (De los Santos de Jesús), Katiuska Mercedes (León), Stalin (Pérez) o Lenin (Santos).
 
 

La crisis de las ideologías, sin embargo, empieza a notarse a partir de los ochenta. Se abraza el culto a la hamburguesa, la crónica rosa y la televisión: Míster (Reynoso), Usamade -mujer, por lo de made in USA-, Usmail -porque el niño fue recibido como tan buena noticia como los paquetes o dinero que enviaba un familiar por el correo americano, US Mail-, Nasa Yvelisse, Daily, Meyvi Esperanza, Girling, Disneya, Monitor (Pérez), Pelusa María -por el Pelusa Maradona-, Gary Cooper (González), Nakin Col (Severino), Michael Jordan (Ramírez), Emmy Geraldine, Rubby Kristal, Minellys -por Liza Minnelli-, Leidi Laura, Gilda Cristina, Scarlet (Infante), Heidi (Tolentino), Masiel (Almonte), Karina (López).
 
 

En el mismo sentido se registra una explosión de Diana a raíz de la retransmisión televisiva del matrimonio de Lady Di con Carlos de Inglaterra, o Grace, Estefanía y Carolina, coincidiendo con la muerte de la princesa de Mónaco. Asimismo, en el archivo de petición de visas de la legación española en el país aparece una Hillary nacida en el 94, así como varios que coinciden con el esplendor de sus portadores como Jacqueline, Imelda y Onasis. 

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