El País Digital
Sábado 
16 septiembre 
2000 - Nº 1597
ESPAÑA
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La policía francesa detiene a Iñaki de Rentería, 'número uno' de ETA 

La captura se produjo en Bidart y en el registro posterior se halló abundante documentación de la banda

GENOVEVA GASTAMINZA, San Sebastián 
Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, considerado hasta ahora por las Fuerzas de Seguridad el máximo dirigente militar de ETA, fue detenido ayer en Bidart (sur de Francia), junto a su mujer, Fabianne Tapia. La detención, realizada por agentes del servicio de información de la Policía francesa con colaboración de la Guardia Civil, se produjo en la misma localidad donde hace ocho años fueron atrapados los tres terroristas que entonces encabezaban ETA. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, indicó que le satisfacía especialmente el éxito de la operación policial, en medio de una escalada de atentados terroristas, pero advirtió de que aún vendrán momentos difíciles. 
 
Iñaki de Rentería (el más bajo) escoltado,
durante el registro de su casa en Bidart (AP).
El responsable del aparato militar de la dirección de ETA, Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, de 45 años, fue detenido ayer minutos antes de las ocho de la tarde en Bidart (sur de Francia) por agentes del servicio de información de la policía francesa en colaboración con la Guardia Civil. Su captura, a la que no ofreció resistencia, se produce tras ocho años de búsqueda del terrorista y en uno de los momentos más calientes de la sangrienta ofensiva lanzada por ETA desde que rompió la tregua, el 3 de diciembre de 1999. Y se realizó cuando el máximo dirigente militar etarra, acompañado de su mujer, Fabianne Tapia, de 35 años, y su hija de 2 años se dirigía, armado con una pistola, al apartamento en el que residía, propiedad de la familia Tapia, muy conocida en medios nacionalistas de la zona. Desde 1987, 40 dirigentes de ETA han sido detenidos en Francia. Desde el fin del alto el fuego, en este país han sido capturados 12 activistas. Iñaki de Rentería fue calificado ayer por el Ministerio del Interior español como el "máximo responsable y director de la actividad terrorista de ETA".
 
 
La policía francesa controlaba la vivienda de los Tapia -una casa vasca moderna de dos pisos junto a la playa de Bidart- desde hace tiempo y ayer observó movimientos sospechosos que fueron el preludio de la llegada de Gracia Arregi. El dirigente de ETA, detenido en el interior de su domicilio, estaba en posesión de documentación falsa a nombre de un ciudadano español. En el registro posterior, además de la pistola que portaba, cuya marca no se dio a conocer, se halló numerosa documentación falsa. El jefe etarra fue visto delante de su casa, de rodillas, con camisa, pantalón corto y las manos atadas a la espalda. Los agentes, al menos unos 70 de diferentes cuerpos, registraron su casa y el garaje y se llevaron varias bolsas de plástico y una maleta y encontraron un coche y una furgoneta robadas. Fuentes policiales afirmaban a última hora de ayer que la operación seguía abierta.
 
 

La relevancia de la detención de Iñaki de Rentería -al que se atribuye la máxima responsabilidad sobre la actividad militar de ETA y un control de los comandos operativos desde la caída en 1992 en Bidart de su mentor, Francisco Mujika Garmendia, Pakito, y otros dos dirigentes de ETA- estriba en que se produce en uno de los momentos más delicados por los que ha atravesado la banda en los últimos años, y supone un interrogante sobre las razones que han movido a Gracia Arregi a poner en riesgo las rígidas medidas de seguridad con la que hasta ahora se habían movido por territorio francés los integrantes de la dirección etarra.
 
 

La aproximación de Gracia Arregi a la zona fronteriza con España, fuertemene vigilada, refuerza la convicción, implantada hace tiempo entre los expertos antiterroristas, de que la dirección de los comandos a los que se asigna una actividad intensa, como la que se desarrolla desde el mes de julio, requiere por parte de sus responsables la proximidad en la frontera para controlar las operaciones. Tampoco se descarta entre los expertos que el dirigente de ETA se hubiera desplazado al sur de Francia para conocer con exactitud la situación interna de la banda o porque ya no tiene la responsabilidad de dirigir los actuales comandos de ETA.
 
 

Tal y como han reconocido desde expertos policiales hasta miembros de las propias filas de la izquierda abertzale, la actual ETA ha sido muy renovada en su estructura. Y, según se afirma en medios de la izquierda radical, esta renovación también habría alcanzado a la propia dirección para evitar que las filtraciones policiales -ETA ha dicho públicamente que ha tenido topos de la policía en sus filas- persistan en la estructura interna.
 
 

Fama de duro
 
 

El dirigente, nacido en San Sebastián y criado en Rentería, era un militante histórico llegado a ETA militar procedente de las filas de los político-militares, en concreto del grupo de los comandos Bereziak, dirigido por el sanguinario Pakito, al que sucedió en la dirección militar tras su caída en 1992. La trayectoria de Iñaki de Rentería dentro de la banda terrorista ha sido muy relevante desde entonces. Tanto su responsabilidad al frente de los comandos como la trayectoria que en estos años ha mantenido la banda terrorista, con sus atentados crueles, indican que no es gratuita su fama reconocida de "duro".
 
 

El jefe militar etarra se ha impuesto en todos los debates internos que sobre la conveniencia de la lucha armada se han producido durante esta década en el denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV). Y ha sido precisamente una etapa violenta hasta extremos inhumanos. 

Arregi codirigía el aparato militar etarra junto a Amboto y Txapote 

EL PAÍS, Madrid 
Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, al menos hasta ayer número uno de ETA, ha comandado durante los últimos años la organización terrorista de la mano de Mikel Albizu, Mikel Antza; Xabier García Gaztelu, Txapote, y Soledad Iparraguirre, Amboto. Los cuatros estarían encuadrados en el comité ejecutivo y formarían parte de la línea etarra más dura. Este grupo dirigente habría sido el responsable de la reorganización de la banda, la nueva ETA que trae de cabeza a las fuerzas de seguridad del Estado. Iñaki de Rentería, Amboto y Txapote supuestamente han unificado bajo su mando el aparato militar, en el que ahora trabajan de la mano terroristas legales (no fichados) e ilegales (fichados). Por su parte, Mikel Antza ha mantenido la dirección del llamado aparato político e igualmente sería el responsable de la interlocución en el caso de una reapertura del diálogo. De hecho, Gracia Arregi, que también ha utilizado los alias de Bruno, Goros y Gorosti, no participó en las conversaciones mantenidas durante la tregua con representantes del Gobierno en Suiza, a la que sí acudieron Mikel Antza y Belén González Peñalva, posteriormente detenida. La cúpula dirigente, según los organigramas que hasta hace poco manejaban los responsables de la lucha antiterrorista, estaría también compuesta por Asier Oiarzabal, Baltza, también jefe del aparato logístico, y José Luis Arrieta, Azkoiti.
 
 

El anterior 'número uno' de ETA, Pakito, también fue detenido en Bidart 

EFE, Madrid 
Bidart, localidad del País Vasco francés en el sur de Biarritz, volvió a ser ayer escenario de la detención de un alto dirigente de ETA, tal como sucedió en marzo de 1992, cuando se capturó a los máximos responsables de la organización terrorista por aquel entonces.
 
 

El 29 de mayo de 1992, el ministro francés del Interior, Philippe Marchand, anunció la detención en Bidart de Francisco Mujika Garmendia, Pakito, considerado jefe de ETA-Militar, junto al número dos de la organización terrorista, José Luís Álvarez de Santacristina, Txelis, y el especialista en explosivos de la banda, Joseba Aguirre Erostarbe, Fiti, además de otras 9 personas. Dos días después se supo que la documentación decomisada por la policía tras la detención de la cúpula de ETA contenía informaciones sobre empresarios para la comisión de nuevos atentados.
 
 

También en Bidart, ayer a las 19.45 horas, el cuerpo de Reinsegnements Generaux (Servicios de Información de la Policía francesa), en colaboración con la Guardia Civil española, detuvo a Ignacio Gracia Arregui, Iñaki de Renteria, considerado el número uno de la banda terrorista, según informaron fuentes del Ministerio del Interior español. En el momento de su detención, Iñaki de Rentería se encontraba con su compañera sentimental, Fabianne Tapia, de nacionalidad francesa, en un piso de esa localidad. 

El fiscal pedirá la extradición de Gracia por tratar de matar al Rey 

EFE, Madrid 
La fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá la extradición de Ignacio Miguel Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, considerado el número uno de ETA, por el intento de asesinato del Rey en 1995 en Palma de Mallorca, informaron fuentes jurídicas. Las mismas fuentes explicaron que la fiscalía está revisando las causas que Iñaki de Rentería tiene pendientes en la Audiencia Nacional, aunque señalaron que, en principio, la que existe con toda certeza es la del intento de atentado contra el monarca.
 
 

Ignacio Gracia Arregi detenido ayer en Francia, fue procesado en 1996 por el juez Baltasar Garzón por su supuesta participación en la planificación del atentado con el que la banda pretendía matar al Rey. En el auto dictado entonces por el juez se procesaba a los que fueron detenidos en relación con esta acción, Juan José e Ignacio Rego y Jorge García Sertutxa, así como a los dirigentes de ETA (que estaban entonces en paradero desconocido) José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, e Iñaki de Rentería. Se les acusaba de delitos de atentado contra el jefe del Estado, integración en banda armada, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos y falsificación de documentos de identidad. El auto de procesamiento recordaba que la operación para atentar contra el Rey se inició en febrero de 1995, cuando Arizcuren encargó a Juan José Rego que evaluara las posibilidades de esta acción criminal.
 
 

Con la orden de atentar contra el Rey, en su defecto contra el Príncipe de Asturias y, si no, contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, el 16 de julio llegaron al puerto de Palma Rego y García Sertutxa. En la operación que acabó con la detención de ambos, la policía intervino en un piso de la calle Rafaletas un rifle de precisión con mira telescópica, dos pistolas y un artefacto explosivo que pensaban hacer estallar en el piso una vez abandonado. 

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