La policía
francesa detiene a Iñaki de Rentería, 'número uno'
de ETA
La captura se produjo en Bidart y en el registro posterior se halló
abundante documentación de la banda
GENOVEVA GASTAMINZA, San Sebastián
Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, considerado
hasta ahora por las Fuerzas de Seguridad el máximo dirigente militar
de ETA, fue detenido ayer en Bidart (sur de Francia), junto a su mujer,
Fabianne Tapia. La detención, realizada por agentes del servicio
de información de la Policía francesa con colaboración
de la Guardia Civil, se produjo en la misma localidad donde hace ocho años
fueron atrapados los tres terroristas que entonces encabezaban ETA. El
ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, indicó que le satisfacía
especialmente el éxito de la operación policial, en medio
de una escalada de atentados terroristas, pero advirtió de que aún
vendrán momentos difíciles.
Iñaki de Rentería (el más
bajo) escoltado,
durante el registro de su casa en Bidart (AP).
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El responsable del aparato militar de la dirección de ETA,
Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, de 45 años,
fue detenido ayer minutos antes de las ocho de la tarde en Bidart (sur
de Francia) por agentes del servicio de información de la policía
francesa en colaboración con la Guardia Civil. Su captura, a la
que no ofreció resistencia, se produce tras ocho años de
búsqueda del terrorista y en uno de los momentos más calientes
de la sangrienta ofensiva lanzada por ETA desde que rompió la tregua,
el 3 de diciembre de 1999. Y se realizó cuando el máximo
dirigente militar etarra, acompañado de su mujer, Fabianne Tapia,
de 35 años, y su hija de 2 años se dirigía, armado
con una pistola, al apartamento en el que residía, propiedad de
la familia Tapia, muy conocida en medios nacionalistas de la zona. Desde
1987, 40 dirigentes de ETA han sido detenidos en Francia. Desde el fin
del alto el fuego, en este país han sido capturados 12 activistas.
Iñaki de Rentería fue calificado ayer por el Ministerio del
Interior español como el "máximo responsable y director de
la actividad terrorista de ETA".
La policía francesa controlaba la vivienda de los Tapia -una casa
vasca moderna de dos pisos junto a la playa de Bidart- desde hace tiempo
y ayer observó movimientos sospechosos que fueron el preludio de
la llegada de Gracia Arregi. El dirigente de ETA, detenido en el interior
de su domicilio, estaba en posesión de documentación falsa
a nombre de un ciudadano español. En el registro posterior, además
de la pistola que portaba, cuya marca no se dio a conocer, se halló
numerosa documentación falsa. El jefe etarra fue visto delante de
su casa, de rodillas, con camisa, pantalón corto y las manos atadas
a la espalda. Los agentes, al menos unos 70 de diferentes cuerpos, registraron
su casa y el garaje y se llevaron varias bolsas de plástico y una
maleta y encontraron un coche y una furgoneta robadas. Fuentes policiales
afirmaban a última hora de ayer que la operación seguía
abierta.
La relevancia de la detención de Iñaki de Rentería
-al que se atribuye la máxima responsabilidad sobre la actividad
militar de ETA y un control de los comandos operativos desde la
caída en 1992 en Bidart de su mentor, Francisco Mujika Garmendia,
Pakito, y otros dos dirigentes de ETA- estriba en que se produce
en uno de los momentos más delicados por los que ha atravesado la
banda en los últimos años, y supone un interrogante sobre
las razones que han movido a Gracia Arregi a poner en riesgo las rígidas
medidas de seguridad con la que hasta ahora se habían movido por
territorio francés los integrantes de la dirección etarra.
La aproximación de Gracia Arregi a la zona fronteriza con España,
fuertemene vigilada, refuerza la convicción, implantada hace tiempo
entre los expertos antiterroristas, de que la dirección de los comandos
a los que se asigna una actividad intensa, como la que se desarrolla desde
el mes de julio, requiere por parte de sus responsables la proximidad en
la frontera para controlar las operaciones. Tampoco se descarta entre los
expertos que el dirigente de ETA se hubiera desplazado al sur de Francia
para conocer con exactitud la situación interna de la banda o porque
ya no tiene la responsabilidad de dirigir los actuales comandos de ETA.
Tal y como han reconocido desde expertos policiales hasta miembros de
las propias filas de la izquierda abertzale, la actual ETA ha sido
muy renovada en su estructura. Y, según se afirma en medios de la
izquierda radical, esta renovación también habría
alcanzado a la propia dirección para evitar que las filtraciones
policiales -ETA ha dicho públicamente que ha tenido topos
de la policía en sus filas- persistan en la estructura interna.
Fama de duro
El dirigente, nacido en San Sebastián y criado en Rentería,
era un militante histórico llegado a ETA militar procedente de las
filas de los político-militares, en concreto del grupo de los comandos
Bereziak, dirigido por el sanguinario Pakito, al que sucedió
en la dirección militar tras su caída en 1992. La trayectoria
de Iñaki de Rentería dentro de la banda terrorista ha sido
muy relevante desde entonces. Tanto su responsabilidad al frente de los
comandos como la trayectoria que en estos años ha mantenido
la banda terrorista, con sus atentados crueles, indican que no es gratuita
su fama reconocida de "duro".
El jefe militar etarra se ha impuesto en todos los debates internos
que sobre la conveniencia de la lucha armada se han producido durante esta
década en el denominado Movimiento de Liberación Nacional
Vasco (MLNV). Y ha sido precisamente una etapa violenta hasta extremos
inhumanos.
Arregi codirigía el aparato
militar etarra junto a Amboto y Txapote
EL PAÍS, Madrid
Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, al menos
hasta ayer número uno de ETA, ha comandado durante los últimos
años la organización terrorista de la mano de Mikel Albizu,
Mikel Antza; Xabier García Gaztelu, Txapote, y Soledad
Iparraguirre, Amboto. Los cuatros estarían encuadrados en
el comité ejecutivo y formarían parte de la línea
etarra más dura. Este grupo dirigente habría sido el responsable
de la reorganización de la banda, la nueva ETA que trae de cabeza
a las fuerzas de seguridad del Estado. Iñaki de Rentería,
Amboto y Txapote supuestamente han unificado bajo su mando el aparato
militar, en el que ahora trabajan de la mano terroristas legales
(no fichados) e ilegales (fichados). Por su parte, Mikel Antza ha
mantenido la dirección del llamado aparato político
e igualmente sería el responsable de la interlocución en
el caso de una reapertura del diálogo. De hecho, Gracia Arregi,
que también ha utilizado los alias de Bruno, Goros y Gorosti,
no participó en las conversaciones mantenidas durante la tregua
con representantes del Gobierno en Suiza, a la que sí acudieron
Mikel Antza y Belén González Peñalva, posteriormente
detenida. La cúpula dirigente, según los organigramas que
hasta hace poco manejaban los responsables de la lucha antiterrorista,
estaría también compuesta por Asier Oiarzabal, Baltza,
también jefe del aparato logístico, y José
Luis Arrieta, Azkoiti.
El anterior 'número uno' de
ETA, Pakito, también fue detenido en Bidart
EFE, Madrid
Bidart, localidad del País Vasco francés en el sur de
Biarritz, volvió a ser ayer escenario de la detención de
un alto dirigente de ETA, tal como sucedió en marzo de 1992, cuando
se capturó a los máximos responsables de la organización
terrorista por aquel entonces.
El 29 de mayo de 1992, el ministro francés del Interior, Philippe
Marchand, anunció la detención en Bidart de Francisco Mujika
Garmendia, Pakito, considerado jefe de ETA-Militar, junto al número
dos de la organización terrorista, José Luís Álvarez
de Santacristina, Txelis, y el especialista en explosivos de la
banda, Joseba Aguirre Erostarbe, Fiti, además de otras 9
personas. Dos días después se supo que la documentación
decomisada por la policía tras la detención de la cúpula
de ETA contenía informaciones sobre empresarios para la comisión
de nuevos atentados.
También en Bidart, ayer a las 19.45 horas, el cuerpo de Reinsegnements
Generaux (Servicios de Información de la Policía francesa),
en colaboración con la Guardia Civil española, detuvo a Ignacio
Gracia Arregui, Iñaki de Renteria, considerado el número
uno de la banda terrorista, según informaron fuentes del Ministerio
del Interior español. En el momento de su detención, Iñaki
de Rentería se encontraba con su compañera sentimental, Fabianne
Tapia, de nacionalidad francesa, en un piso de esa localidad.
El fiscal pedirá la extradición
de Gracia por tratar de matar al Rey
EFE, Madrid
La fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá la extradición
de Ignacio Miguel Gracia Arregi, Iñaki de Rentería,
considerado el número uno de ETA, por el intento de asesinato
del Rey en 1995 en Palma de Mallorca, informaron fuentes jurídicas.
Las mismas fuentes explicaron que la fiscalía está revisando
las causas que Iñaki de Rentería tiene pendientes en la Audiencia
Nacional, aunque señalaron que, en principio, la que existe con
toda certeza es la del intento de atentado contra el monarca.
Ignacio Gracia Arregi detenido ayer en Francia, fue procesado en 1996
por el juez Baltasar Garzón por su supuesta participación
en la planificación del atentado con el que la banda pretendía
matar al Rey. En el auto dictado entonces por el juez se procesaba a los
que fueron detenidos en relación con esta acción, Juan José
e Ignacio Rego y Jorge García Sertutxa, así como a los dirigentes
de ETA (que estaban entonces en paradero desconocido) José Javier
Arizkuren Ruiz, Kantauri, e Iñaki de Rentería. Se
les acusaba de delitos de atentado contra el jefe del Estado, integración
en banda armada, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos
y falsificación de documentos de identidad. El auto de procesamiento
recordaba que la operación para atentar contra el Rey se inició
en febrero de 1995, cuando Arizcuren encargó a Juan José
Rego que evaluara las posibilidades de esta acción criminal.
Con la orden de atentar contra el Rey, en su defecto contra el Príncipe
de Asturias y, si no, contra el presidente del Gobierno, José María
Aznar, el 16 de julio llegaron al puerto de Palma Rego y García
Sertutxa. En la operación que acabó con la detención
de ambos, la policía intervino en un piso de la calle Rafaletas
un rifle de precisión con mira telescópica, dos pistolas
y un artefacto explosivo que pensaban hacer estallar en el piso una vez
abandonado. |