El polémico 'toque de queda', apoyado por la fiscalía, pretende acabar con el fracaso escolar 

J. M. PARDELLAS | Santa Cruz de Tenerife 

El Ayuntamiento de Agüimes (Gran Canarias) dio ayer un paso sin precedentes en España y, en su particular cruzada contra el absentismo y el fracaso escolar, aprobó una ordenanza que prohíbe a los menores salir a la calle a partir de las once de la noche durante el curso. La medida, que sigue las pautas de los polémicos toques de queda aplicados por la derecha en ciudades como Orleans (Francia), fue aprobada anoche con los votos del grupo nacionalista de origen vecinal Roque Aguayro (aliado de Coalición Canaria). Tanto el PP como el PSOE la calificaron de retrógrada y consideran que vulnera la libertad de los menores. La Fiscalía y el Gobierno insular la ven con buenos ojos.

La ordenanza municipal (en la web www.aguimes.net) se aplicará, dentro del curso escolar, las noche de domingo a jueves, ambas incluidas, y a los menores con edades comprendidas en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (hasta los 16 años). Todos ellos deberán permanecer en el domicilio familiar o donde residan desde las 23.00 hasta las 6.00 del día siguiente. En caso de ser descubiertos en la calle sin la compañía de un adulto, la Policía Local tiene instrucciones de identificarles, informarles de la normativa y de 'invitarles' a regresar a su domicilio. Paralelamente, los agentes darán parte al Servicio de Atención al Menor, el cual, informará a los padres y 'planificará la intervención que considere más oportuna'.

Agüimes es una ciudad al sur de Las Palmas de Gran Canaria, dividida en dos núcleos, el industrial costero de Arinaga y la villa, en las medianías, con calles empedradas y tranquilas. De los 22.000 habitantes, unos 3.000 tienen entre 6 y 16 años y, por tanto, son objeto de esta ordenanza. El alcalde, el carismático Antonio Morales, lleva 14 años al frente del Ayuntamiento y en cada elección ha ampliado la mayoría de su formación política local, Roque Aguayro.
Descansar para ir a clase

Como explicación de la medida, la propia ordenanza, que ha sido sometida a debate en los consejos escolares e institutos de la villa, señala la 'necesidad que tiene el menor de descansar para poder asistir a clase con regularidad'. El Ayuntamiento también blande una encuesta municipal que indica que el 4,31% de la población escolar de Agüimes falta regularmente al colegio, que más de un tercio de los jóvenes entre 12 y 17 años bebe alcohol en fines de semana y que el 60% del total lo ha probado. El fracaso escolar lo sitúa en el 10,7% (en Las Palmas es del 30%, y en España del 25% en secundaria).

Frente a las dudas sobre su legalidad, el texto de la ordenanza, que antes de su entrada en vigor se someterá a alegaciones durante un mes, señala que se basa en la Ley de Atención Integral a los Menores que faculta a los ayuntamientos a adoptar las medidas necesarias de protección a menores cuando detecten una situación de riesgo.

La portavoz socialista de Asuntos Sociales, María Dolores Rodríguez Flores, señala que no sólo la propuesta de debate abierta por la ordenanza ya le parece 'excesivamente atrevida', sino que la norma en sí es propia de 'una mentalidad retrógrada' y supone 'un paso del alcalde en el más puro estilo de los años 40', que 'atenta' directamente 'contra la libertad', garantizada por la Constitución. 'Si molestan los niños en la calle haciendo ruido, lo que tiene que hacer es que se cumpla la ley que ya existe. Espero que la Federación de Municipios frene este tipo de actitudes', añade.

Entre quienes ven con buenos ojos la medida se encuentra el fiscal de menores de Las Palmas de Gran Canaria, Luis Salcedo, quien aplaudió el debate abierto y situó la iniciativa dentro de las obligaciones de los ayuntamientos para resolver y prevenir situaciones de riesgo o desamparo de menores. 'Un menor de 14 años no puede estar en la calle a las dos de la mañana y la obligación de un Ayuntamiento es actuar en cuento se detecte una situación de riesgo', señaló Salcedo, para quien la iniciativa de Agüimes es 'encomiable', con independencia de cómo se materialice. Para este fiscal, muchos padres se ven impotentes a la hora de hacer cumplir a sus hijos determinadas obligaciones. 'La consecuencia es que no se está produciendo una educación equilibrada, entre afecto, cariño, diálogo y disciplina, obligación y deberes', remachó Salcedo e indicó que 'cada vez más' la Fiscalía recibe casos de padres 'que literalmente no pueden con sus hijos, que han tirado la toalla, porque no pueden más'.

La medida también es bien vista desde el Gobierno canario, cuyo consejero de Asuntos Sociales, Marcial Morales, la describe como ejemplo de 'debate valiente' planteado por un Ayuntamiento 'ejemplar en su política de servicios sociales'.

Junto al veto nocturno, la ordenanza aprobada contiene un paquete de medidas en defensa del menor entre las que destaca la prohibición de la publicidad del tabaco y el alcohol en el municipio, así como la creación de una escuela de padres destinada a asesorar sobre el uso correcto de la televisión, internet y el ocio de los niños.