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LAS
MUJERES EN LAS CARRERAS CIENTÍFICAS |
La mayoría
de las mujeres abandonan la vida académica antes de lograr un cargo
España
está a la cabeza de la UE en el número de profesoras universitarias
MARTA AGUIRREGOMEZCORTA
| MADRID
La proporción
de catedráticas en áreas científicas en la UE oscila
entre el 5% y el 18%, y el de profesoras titulares, entre el 7% y el 36%.
Un informe de la Comisión Europea relaciona la escasa presencia
de mujeres en el mundo científico con su alto abandono prematuro
de la carrera académica.
Apesar del número
creciente de mujeres que optan por carreras de ciencias, éstas abandonan
el mundo académico a un ritmo muy superior al de los hombres. En
las carreras científicas, las mujeres suelen dejar la Universidad
antes de conseguir un cargo de titular'. Así lo señala el
informe Política científica de la Unión Europea.
Promover la excelencia mediante la integración de la igualdad
entre géneros, de la Comisión Europea, que analiza la
situación de las mujeres en el ámbito científico (incluidas
la ingeniería, las ciencias sociales, la informática y la
tecnología).
El estudio, que
no explica las razones generales de ese abandono prematuro de la vida académica
y que aporta también algunos datos de países que no son de
la UE, subraya la 'acusada disminución' de la proporción
de mujeres en los estudios posdoctorales (donde empieza la carrera profesional),
en comités científicos importantes y en la toma de decisiones
políticas clave. Pero añade que, aun así, tras superar
'serias barreras' con la ayudas legales y planes especiales, las mujeres
están avanzando en este terreno.
Las disciplinas
sociales y biológicas son las que tienen mayor presencia femenina,
mientras que ésta es escasa entre los químicos, físicos
e ingenieros. Cuanto más valorada es una disciplina (por ejemplo,
la física teórica), menor presencia de mujeres hay, dice
el estudio.
Pocas catedráticas
El sector público
es el ámbito donde suelen trabajar más las científicas,
principalmente en las universidades. En estas instituciones, cuanto más
alto es un puesto en la jerarquía, menor es el porcentaje de mujeres
que lo ocupan, según el informe. De esta manera, el número
de catedráticas es muy bajo (entre el 5% y el 18%) en los países
comunitarios, sin variaciones considerables en las distintas disciplinas.
En la Universidad
española, esta presencia es del 13,2%, sólo por debajo de
la de Finlandia (18,4%), Portugal (17%) y Francia (13,8%). En el caso de
Portugal, el estudio explica que la razón se debe, entre otras cosas,
a que los científicos que trabajan en las universidades cobran salarios
bajos, por lo que los hombres se decantan por las carreras mejor retribuidas
(como las ingenierías, Economía y Derecho). Las universidades
de Suiza, Bélgica y Países Bajos son, por el contrario, las
que tienen menos catedráticas (con porcentajes inferiores al 6%).
Según el
informe, en la mayoría de la UE, el número de catedráticas
se mantuvo estable durante los años ochenta y empezó a registrar
un aumento lento, pero constante, a principio de los noventa. Por término
medio, los porcentajes de éstas en los Estados aumentan cada año
a un ritmo de entre el 0,5% y el 1%.
Las cifras de
profesoras titulares (entre el 7% y el 36%, según el país)
y asociadas (entre el 12% y el 45%) son superiores que las de catedráticas.
Pero en ningún país se equipara a la presencia de los hombres
en estos cargos. Sólo Portugal (36% de titulares y 44% de asociadas
mujeres) supera a España en este apartado (35% titulares y 31% asociadas).
Las carreras con
más chicas son las de Ciencias Médicas (en España,
el 70%), mientras que en las de Ciencias Naturales no llegan a la mitad
del total de alumnos. En Matemáticas e Informática, salvo
excepciones como Italia y Portugal (con un 48%), el número de alumnas
cae hasta el 25%; y en las ingenierías y Arquitectura, el 15%. En
ambos casos, España está algo por encima de la media.
El ámbito
científico tampoco se salva de las desigualdades salariales por
sexo. Así, la remuneración de las investigadoras es inferior
a la de sus compañeros hombres. Y pone como ejemplo un reciente
informe en el Reino Unido que concluye que en todos los niveles de la jerarquía
universitaria de ese país las mujeres ganan menos. En 1998, la diferencia
salarial entre el personal docente masculino y femenino de las instituciones
de EE UU eran
del 9,4% entre los catedráticos y del 6,2% entre los titulares.
El análisis añade que las mujeres suelen tener más
contratos de corta duración en los centros de investigación
y universidades de la UE que los hombres.
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