Las
españolas tienen más estudios que los hombres pero padecen
más paro y ganan menos que ellos
EL PAÍS
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Madrid
La
igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres tiene algunas asignaturas
pendientes en España si se toma en consideración el estudio
correspondiente a 2000 que publicó ayer el Instituto Nacional de
Estadística (INE) con motivo de la celebración del Día
Internacional de las Mujeres.
Las
españolas sólo han accedido en un 31,93% a los cargos de
dirección de empresa, pública y privada; no llegan a ocupar
el 30% de los escaños del Parlamento y de los cargos autonómicos
y sólo hay un 10% de alcaldesas; ninguna presidenta autonómica.
Destacan,
sin embargo, en el sector del trabajo doméstico, donde el 88,41%,
de los empleados son mujeres; en actividades sanitarias y veterinarias
y de servicios sociales, con un 71,14%; seis de cada 10 puestos de la enseñanza
están ocupados por mujeres.
El
informe del INE señala que en 2000 las mujeres eran el 37,2% de
población ocupada. 'Las tasas de paro de varones son bastantes inferiores,
pero existe una tendencia muy paulatina hacia la convergencia', según
dicho estudio.
El
salario medio mensual de la mujer está por debajo del que perciben
sus compañeros. Las madrileñas son las que más se
acercan al sueldo masculino: su salario alcanza un 70% del que reciben
los hombres. A las madrileñas les siguen las canarias, las extremeñas
y las catalanas. Las aragonesas son las que se quedan a la cola porque
sólo reciben el 56% de la media del salario del hombre.
Las
mujeres están en mayor proporción en los niveles de segunda
etapa de educación secundaria (50,30%) y en la enseñanza
universitaria de primer y segundo ciclo (52,12%). Según el INE,
en el curso 1997-98 seis de cada 10 licenciados universitarios eran mujeres.
Pero en carreras técnicas siguen estando muy por debajo, un 27,12%.
En las demás ramas son mayoría.
El
informe del INE señala además que los hombres que se divorcian
vuelven a casarse con mayor frecuencia que las mujeres. Ello explica que
en 2000 el 1,60% de los varones estuvieran separados o divorciados, mientras
que había un 2,82% de mujeres en ese misma situación.
Por
otra parte el informe revela un incremento de denuncias por violencia en
el ámbito familiar: pasaron de 24.614 en 1997 a 30.269 en 2000.
Las mujeres muertas por violencia de parientes (incluida la conyugal) han
pasado de 52 a 67 en ese mismo periodo.
El
informe también recoge que entre las mujeres de 15 y 49 años,
el grupo más numeroso corresponde a aquellas que no tienen hijos,
excepto entre las inmigrantes de América Central y del Sur. |