Washington
amplía su ayuda militar a Colombia para proteger un oleoducto
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El Presidente columbiano Andrés Pastrana (izquierda) charla
on el vicesecretario de Estado de EE UU, Grossman. ( AP ) |
AGENCIAS|
Bogotá
El
Gobierno norteamericano ha decidido ampliar la ayuda que concede a Colombia
para luchar contra el narcotráfico y ha solicitado al Congreso 98
millones de dólares (109 millones de euros) para proteger el oleoducto
de Caño Limón. Se trata de un oleoducto de 770 kilómetros
que transporta el crudo desde el yacimiento de Arauca (en el noreste del
país), operado por la compañía estadounidense Occidental,
hasta el golfo de Coveñas, en el Caribe. El oleoducto, que tiene
un coste mensual de 40 millones de dólares, sufrió el año
pasado 166 ataques, lo que exigió su cierre durante 266 días.
Estados
Unidos tiene importantes intereses petrolíferos en Colombia, país
que el año pasado suministró el 2% del total del consumo
de crudo de Estados Unidos, pero por encima de esta realidad económica
se percibe, según los expertos, otra más importante visión
política. Para los expertos, la decisión de suministrar equipamiento
militar y ayuda para que se cree una unidad militar colombiana de vigilancia
del oleoducto supone un 'significativo salto cualitativo' en la cooperación
que mantienen Colombia y Estados Unidos. Con esto se cruza la fina línea
que separa la lucha contra las drogas de la guerra contra la insurgencia.
Washington parece querer extender su lucha contra el terrorismo a América
Latina, y en estos últimos meses se ha hecho más evidente
la intolerancia de Estados Unidos hacia los rebeldes colombianos, a los
que ha calificado de 'traficantes de drogas'.
Ayer
precisamente, Amnistía Internacional (AI) se dirigió al Gobierno
norteamericano para pedir que no se conceda más ayuda al Ejército
colombiano, y destaca que en Colombia se han doblado las matanzas de civiles
y los abusos de los derechos humanos, y acusa al Ejército de ese
país de 'organizar, coordinar y compartir información con
los grupos paramilitares que tolera'.
Mientras,
el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de EE UU, Marc
Grossman, que se encuentra de visita oficial en Bogotá, hizo hincapié
en que el apoyo estadounidense a Colombia 'es a largo plazo', e insistió
en que el Gobierno colombiano puede usar los recursos asignados al Plan
Colombia, que ascienden a 1.300 millones de dólares, para combatir
a las guerrillas mientras estén activas o apoyen el negocio del
narcotráfico. Grossman destacó el propósito de su
Gobierno de obtener la aprobación por el Congreso de otros 625 millones
de dólares para Colombia en el año 2003, además de
los 98 millones para la protección del oleoducto.
El
funcionario norteamericano reiteró el apoyo de su Gobierno al de
Pastrana, y dijo que Colombia es hoy mucho más consciente, y le
preocupa mucho más, el tema del respeto a los derechos humanos.
Por
el contrario, el informe de AI revela que 'hay evidencias de un retroceso'
en cuanto a ese respeto. |