Jueves, 7 de febrero de 2002

Washington amplía su ayuda militar a Colombia para proteger un oleoducto

El Presidente columbiano  Andrés Pastrana (izquierda) charla on el vicesecretario de Estado de EE UU, Grossman. ( AP )

AGENCIAS| Bogotá

El Gobierno norteamericano ha decidido ampliar la ayuda que concede a Colombia para luchar contra el narcotráfico y ha solicitado al Congreso 98 millones de dólares (109 millones de euros) para proteger el oleoducto de Caño Limón. Se trata de un oleoducto de 770 kilómetros que transporta el crudo desde el yacimiento de Arauca (en el noreste del país), operado por la compañía estadounidense Occidental, hasta el golfo de Coveñas, en el Caribe. El oleoducto, que tiene un coste mensual de 40 millones de dólares, sufrió el año pasado 166 ataques, lo que exigió su cierre durante 266 días.

Estados Unidos tiene importantes intereses petrolíferos en Colombia, país que el año pasado suministró el 2% del total del consumo de crudo de Estados Unidos, pero por encima de esta realidad económica se percibe, según los expertos, otra más importante visión política. Para los expertos, la decisión de suministrar equipamiento militar y ayuda para que se cree una unidad militar colombiana de vigilancia del oleoducto supone un 'significativo salto cualitativo' en la cooperación que mantienen Colombia y Estados Unidos. Con esto se cruza la fina línea que separa la lucha contra las drogas de la guerra contra la insurgencia. Washington parece querer extender su lucha contra el terrorismo a América Latina, y en estos últimos meses se ha hecho más evidente la intolerancia de Estados Unidos hacia los rebeldes colombianos, a los que ha calificado de 'traficantes de drogas'.

Ayer precisamente, Amnistía Internacional (AI) se dirigió al Gobierno norteamericano para pedir que no se conceda más ayuda al Ejército colombiano, y destaca que en Colombia se han doblado las matanzas de civiles y los abusos de los derechos humanos, y acusa al Ejército de ese país de 'organizar, coordinar y compartir información con los grupos paramilitares que tolera'.

Mientras, el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de EE UU, Marc Grossman, que se encuentra de visita oficial en Bogotá, hizo hincapié en que el apoyo estadounidense a Colombia 'es a largo plazo', e insistió en que el Gobierno colombiano puede usar los recursos asignados al Plan Colombia, que ascienden a 1.300 millones de dólares, para combatir a las guerrillas mientras estén activas o apoyen el negocio del narcotráfico. Grossman destacó el propósito de su Gobierno de obtener la aprobación por el Congreso de otros 625 millones de dólares para Colombia en el año 2003, además de los 98 millones para la protección del oleoducto.

El funcionario norteamericano reiteró el apoyo de su Gobierno al de Pastrana, y dijo que Colombia es hoy mucho más consciente, y le preocupa mucho más, el tema del respeto a los derechos humanos.

Por el contrario, el informe de AI revela que 'hay evidencias de un retroceso' en cuanto a ese respeto.


 

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