Ibarretxe asegura que el respeto al 'ámbito vasco de decisión' es la clave del proceso de paz

El candidato del PNV, elegido 'lehendakari' en una sesión marcada por las diferencias sobre Lizarra

Juan José Ibarretxe, en un momento de la sesión parlamentaria, ayer en Vitoria (S. Cirilo).

PEDRO GOROSPE / AITOR GUENAGA, Vitoria
El candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, fue investido anoche como el primer lehendakari de un Gobierno vasco apoyado por Herri Batasuna tras un debate marcado por las diferencias de los partidos sobre cómo hacer avanzar el proceso de pacificación. Ibarretxe dejó claro en su discurso inicial que la "clave, y no otra", de su política de paz será el ámbito vasco de decisión, es decir, que las instituciones del Estado asuman como propias todas las decisiones que tomen los partidos vascos sobre la paz. Un principio que ha separado a las formaciones vascas en dos bloques, tal y como pasó en las elecciones autonómicas. El candidato del PNV, de 41 años, reiteró su compromiso con el "objetivo irrenunciable" de la paz y con la construcción de "una nación" influyente en Europa por su poder y soberanía económica.

En la votación, Ibarretxe, según lo que habían anunciado los portavoces de los grupos a lo largo de la sesión, cosechó los 21 votos de su grupo, los 14 de EH y los seis de Eusko Alkartasuna. Su rival del PP, Carlos Iturgaiz, se quedó con 18 votos (16 del PP y dos de Unida Alavesa) mientras que los 14 diputados del PSE y los dos de IU no apoyaron a ninguno de los aspirantes.

Todo estaba preparado para que el pleno de ayer se convirtiera en una sesión importante. Era el de la elección del primer lehendakari de un Gobierno monocolor nacionalista desde la escisión del PNV, hace 12 años, y, además, iba a nacer con el apoyo de HB también por primera vez. Además, se celebraba en un periodo de tregua etarra. Sin embargo, los partidos llegaron condicionados por el ambiente de las elecciones del 25 de octubre y no pudieron sustraerse a la crispación reinante entre quienes están a un lado y otro de la Constitución y el Estatuto de Gernika. El pleno llegaba en vísperas de que Ibarretxe llame a todos los partidos para comenzar a dar forma al "instrumento" de diálogo que sustituirá al Pacto de Ajuria Enea.

El PNV, EA y HB se marcharon de la sesión con un lehendakari, pero con la sensación de que los tres ejes sobre los que quieren hacer pivotar su proceso de paz —"diálogo sin límites, diálogo sin exclusiones y respeto a las decisiones que adopte el pueblo vasco"—, además de convertirse en el escollo que les impidió gobernar con los socialistas, puede ser inaceptable también para el PP y UA. Estos tres partidos le dejaron muy claro que Euskadi forma parte de una unidad política y social que se llama España y que las decisiones deberán ser tomadas en conjunto.

Adaptar el autogobierno

El candidato del PNV dejó además claro que no tiene ninguna intención de enfrascarse en un debate con los demás partidos sobre el proceso de paz a través de los medios de comunicación.

Tras la presentación de la candidatura de Iturgaiz, el aspirante del PNV subió a la tribuna para reiterar el discurso que paseó por Euskadi en la campaña. Dejó clara la necesidad de completar el Estatuto —algo ya aprobado por el Parlamento— y después de un proceso dinámico de actualización del mismo que no llegó a concretar. Para Ibarretxe, la clave de la construcción de "una nación o como quieran llamarle" es el poder económico y financiero. Una soberanía basada en los números y en la competitividad que tiene como modelo los países más desarrollados de Europa, "con todo el respeto del Sur", dijo, es decir de España.

Además, explicó que ese proceso de construcción tiene que partir de la propia sociedad, de su formación y del empleo, y, además, tener la contrapartida de la solidaridad. Ibarretxe se comprometió a estudiar el desarrollo de la Ley de Inserción, que podría terminar con un salario para todos los parados vascos.

Ibarretxe apostó por hacer una adaptación "inteligente y no estridente" del autogobierno, pero defendió toda clase de acuerdos públicos y privados con sociedades, empresas e instituciones de Navarra y el País Vasco francés.

El candidato no profundizó en las ofertas de un programa de gobierno cerrado ya con EA, pero que aún debe negociar con EH, pero sí apunto su compromiso en la reforma de la configuración institucional de la comunidad autónoma, dando más competencias a los municipios. Apuntó que se debe superar el concepto de "competencias exclusivas" y anunció su voluntad de que la actualización en el año 2001 del Concierto Económico se siga manteniendo sobre las mismas bases actuales.

Aunque al principio se planteó como un debate de "guante blanco", sobre el modelo de país, la irrupción del portavoz del PNV, Joseba Egibar, encendió la chispa en el hemiciclo. Los diferentes diagnósticos sobre la paz y el método para conseguirla, —un objetivo que todos dijeron perseguir— provocaron un duro debate en el tramo final del pleno, lo que dejó en un segundo plano el programa que defendió el candidato a lehendakari.

El portavoz del PNV abandonó el empleo del usted y pasó a utilizar el tú para reprochar a socialistas y populares que sean los que están poniendo barreras y obstaculizando el desarrollo natural de Euskadi. Hasta Ibarretxe cargó contra Iturgaiz y reprochó a los parlamentarios del PP: "Parece que se lamentan de que exista democracia. Ustedes, el PP, han presentado aquí un estuche vacío".