El País Digital"
Jueves
19 noviembre
1998 - Nº 930

Madonna se entrega a la luz del flamenco

La cantante, que prepara una gira para el próximo otoño, afirma que se quedará en Europa

FIETTA JARQUE, Madrid
Madonna pasó tres días en Madrid en un viaje que combinó la diversión y el trabajo. El lunes visitó el Museo del Prado y el martes por la noche asistió a una fiesta privada, que acabó en juerga flamenca. La cantante se emocionó con Ketama y La Barbería del Sur, unidos por una vez, y con el baile de Sara Baras. En cuanto a trabajo, el martes grabó un programa para TVE, y ayer dio una entrevista en la Cadena SER. Espontánea y sonriente, adelantó que prepara una gira, después de 5 años, y que piensa vivir en Londres, porque se siente más cerca de la cultura europea que de la norteamericana.


Madonna, ayer en Madrid, a su salida
del programa en la Cadena SER (G. Lejarcegi).
La nueva imagen de Madonna, con el pelo liso y oscuro, vestida con frecuencia de negro, flaca y algo desgarbada, pero siempre con ropa de grandes diseñadores, pretende dar señales de que está en una nueva etapa de su carrera y de su vida. Una etapa que la muestra menos provocadora, después de la maternidad, con ciertas inquietudes intelectuales y espirituales, pero con su sentido del negocio y de la oportunidad absolutamente intactos.

Su visita a Madrid, desde el domingo hasta el miércoles por la tarde, ha sido parte de una breve gira promocional de su disco Ray of light, del que ya se han vendido casi diez millones de copias. "No estoy segura de haber vendido tantos, debe ser una exageración porque me lo dice un español", dijo ayer en la SER.

Su idea de los "latinos" se ajusta al tópico de la desmesura. "Conozco a muchos latinos, mi mejor amiga es latina y suelen ser muy exagerados, y eso está bien porque me gusta el drama", afirmó después. Esas preferencias se notan también en su música. "En todos mis discos incluyo algún tema con aires latinos".

Entre esos "aires" deben incluirse los flamencos, a los que Madonna parece estar aficionándose cada vez más. La noche del martes asistió a una fiesta privada en casa de Piedad Aguirre -hermana de la ministra de Educación y Cultura-, a la que llegó con Miguel Bosé después de participar en su programa de televisión Séptimo de Caballería. Madonna se reunió con unas 50 personas, entre ellas algunos viejos conocidos como Pedro Almodóvar o Rosario Flores, y una amplia representación de artistas y aficionados flamencos. Payos y gitanos hicieron gozar a Madonna, que se emocionó sobre todo con el baile sensual y elegante de la gaditana Sara Baras, informa M. Mora. La música corrió a cargo de Ketama y La Barbería del Sur, que tocaron juntos y revueltos, y la juerga acabó con Antonio Carmona dándose una patadita por bulerías.

"Anoche me divertí muchísimo, hasta las cuatro de la madrugada, que es bastante tarde para mí", comentó ayer la cantante en la radio recordando la fiesta. "Y el día anterior estuve en el Museo del Prado, que ya conocía, pero en esta ocasión me guiaron en la visita y me explicaron la historia de muchos cuadros de Velázquez, Goya y El Greco. Fue maravilloso".

Desde su última gira, en 1993, Madonna no pisa los escenarios, salvo para ocasionales actuaciones. Pero sus fans pueden empezar a hacer planes. El próximo año volverá a hacer una gira. "A finales del verano empezaré una gira, aunque no será como las anteriores. No tengo del todo claro cómo va a ser, pero creo que iremos a teatros más pequeños y será más íntimo que los espectáculos anteriores, con elementos teatrales y mucho baile".

Sus proyectos cinematográficos no han quedado aparcados. aunque se ha vuelto más selectiva. "No voy a hacer la película del musical Chicago, de momento. Hay muchos problemas con el guión, la financiación y otros asuntos, por lo que he dejado eso de lado", dijo en la radio. "Después de hacer Evita, que fue un proyecto que me marcó tanto y con el que quedé tan satisfecha, no quiero bajar el listón. Por eso me lo pienso mucho antes de aceptar otra película. El proyecto que tengo ahora es un filme titulado The next best thing, dirigido por John Schlessinger y coprotagonizado por Rupert Everett, que empezaré a rodar en febrero".

Ayer llevaba puesta una levita negra de Prada, el pelo algo maltratado tras la mala noche y unos pantalones de poliuretano, -un tejido inteligente para todas las temperaturas- tan largo que casi lo arrastraba, y un jersey corto, sobre el ombligo. No tenía la cabeza como para exprimirla, por eso se limitó a decir, respecto a sus gustos musicales, que prefería no dar nombres: "Me gustan las canciones que me rompen el corazón", resumió.

Espiritual

Sin embargo, sí fue capaz de dar consejos a quienes, como ella, buscan la luz espiritual: "La luz está siempre a tu alrededor", sentenció. "Se trata de ser agradecida y comprender que todo lo que te sucede es una bendición y que eres el dueño de tu propia fe. Es muy simple, en realidad. La gente tiende a protestar por las cosas malas que le pasa, pero si se da cuenta de que todo lo que le sucede es, en cierta forma, responsabilidad suya y que debe asumirlo, las situaciones oscuras se iluminan".

Lola y la disciplina inglesa

F. J, Madrid
La pequeña Lourdes, de dos años, a quien Madonna llama Lola, sabe ya algunas palabras en español porque, según la diva del pop, su padre, Carlos León, y sus abuelos le suelen hablar en castellano. "Ella habla un poco de español", dice, "su padre y yo somos muy buenos amigos y él tiene una relación muy estrecha con ella".

La cantante de Material girl no puede ocultar su satisfacción de madre al contar las gracias de la niña. "Ya se sabe algunas de mis canciones. Escucha mis discos, y no porque yo la fuerce, sino porque oye los singles en la televisión y se aprende las letras. Está muy rica", comenta.

Madonna piensa mucho en el futuro de Lola y quiere para ella una buena educación, como la del Cheltenham Ladies College, famoso por su estricta disciplina. Madonna se plantea ahora trasladarse a Londres. "Adoro Londres y quiero vivir ahí, porque además pienso que mi hija puede recibir una buena educación en un colegio inglés. De todas formas, prefiero vivir en Europa ahora. Siento que mi alma es más europea que norteamericana. Encuentro muchos más estímulos culturales cuando estoy aquí, en la música, el arte, la moda, la arquitectura y la historia".

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