Carlos Cano y Jarabe de Palo debutan con éxito
en Nueva York
JUAN A. CARBAJO, Nueva York
Para ambos era la primera vez. Jarabe de Palo y Carlos Cano actuaron
este fin de semana en Nueva York (los primeros, el viernes, en el Irving
Plaza, y Carlos Cano, ayer, en el Merkin Hall), en sendos conciertos cargados
de significado. Pau Donés veía "cumplido un sueño",
mientras el cantautor granadino llegaba a entregar sus coplas a la ciudad
que le "regaló la vida" hace cuatro años, cuando fue operado
del corazón.
"Aquí vine a por la vida y me la dieron, y ahora yo vengo a dar,
no a recibir", explicó Carlos Cano poco antes de su actuación,
organizada por el Instituto Cervantes de Nueva York. "Aquella experiencia
cambió mi vida, me hizo más radical, desde entonces digo
más veces la palabra no. Le debo la sinceridad total", asegura.
En las primeras filas del auditorio estaba el médico que le operó,
Valentín Fuster.
El cantautor demostró parte de ese nuevo carácter radical.
Ante las trabas burocráticas que Estados Unidos pone a los músicos
extranjeros, Carlos Cano optó, tajante, por actuar solo con un pianista.
"Eso es como torear desnudo a la luz de la Luna, que es cuando se escucha
el resoplido del toro. Con la voz y el piano se oye al público respirar,
y eso da miedo", confesaba.
Carlos Cano recibió en Nueva York el disco de platino por haber
vendido en España más de 100.000 discos de su último
trabajo, dedicado a la copla. "He provocado que la actitud peyorativa que
envolvía a la copla se eliminara. El género había
entrado en decadencia por todas sus connotaciones, y cuando la copla se
fue, con ella se fue la capacidad de sentir, la capacidad de la pasión
que no tienen los nuevos ritmos".
La directora del Instituto Cervantes de Nueva York, María Lozano,
defendió ante un auditorio mayoritariamente hispano la vigencia
de la copla como símbolo cultural. "Cano la ha recuperado y actualizado
y le ha devuelto la dignidad que perdió durante el franquismo",
comentó.
Un día antes, Jarabe de Palo tocaba "en el mismo escenario que
una vez pisaron los Beatles y los Rolling Stones durante sus comienzos",
como se ocupó de recordar el líder del grupo, Pau Donés.
"Actuar aquí es una de las cosas más importantes que le pueden
pasar a un músico". Jarabe ha vendido en Estados Unidos 130.000
discos de La flaca y otros 90.000 de Depende.
El grupo logró congregar a mil personas, muchos de ellos puertorriqueños,
en una sala no muy grande, pero de gran significado. Esta actuación
abre la gira americana del grupo, que tiene previsto tocar en una decena
de países (desde México a Chile) en apenas 40 días.
Después irán a Italia y descansarán un poco, En el
2001 grabarán su tercer disco.
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