El Rey: "Mi nieto
es muy mono, muy grande"
La familia real se cita en Barcelona para conocer al hijo de la Infanta
e Iñaki Urdangarín
M. L., Barcelona
La familia real se dio cita ayer en Barcelona para conocer a Juan,
el hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, nacido
a las dos y diez de la madrugada de ayer en la clínica Teknon de
Barcelona. Don Juan Carlos, que había visitado por la mañana
unas instalaciones del Ejército de Tierra en Madrid, llegó
al centro sanitario para conocer a su nuevo nieto sobre las tres de la
tarde y ante la prensa se excusó por su retraso: "He tenido mucho
trabajo". Después, tras conocer a su segundo nieto, manifestó
ante los periodistas: "El niño es muy mono, muy grande, pero no
sé a quién de los dos se parece".
El Rey a su llegada a la clínica (Efe).
|
Antes que el Rey había llegado a la clínica barcelonesa la
infanta Elena, sola, con gafas negras y vestida con un entallado traje
de chaqueta color burdeos. La Infanta llevaba un espectacular centro de
flores para su sobrino y su hermana. Más tarde llegó el príncipe
Felipe, quien fue muy aplaudido en la entrada de la clínica por
familiares de pacientes y curiosos. La Reina ya estaba en la Teknon desde
la una de la madrugada del miércoles y fuentes del centro señalaron
que en todo ese tiempo no se había separado de la infanta Cristina
en ningún momento.
El Rey fue recibido a su entrada a la Teknon por los aplausos de más
de un centenar de curiosos, muchos de ellos jóvenes estudiantes
de un instituto cercano, que se habían apostado a las puertas de
la Teknon para, como tantos otros, disfrutar el desfile de caras conocidas.
Una hora después, don Juan Carlos abandonaba la clínica
tras conocer a su nieto y no sin antes comentar a los medios de comunicación
sus primeras impresiones sobre el pequeño Juan Urdangarín
de Borbón. Tanto el niño, que pesó al nacer cuatro
kilos y 30 gramos, como la madre estaban perfectamente, según explicó
don Juan Carlos. "Es muy mono y muy grande, como los padres, pero no puedo
decir a quién se parece. Creo que tiene un poco de los dos", dijo
un exultante don Juan Carlos. El Rey había llegado a Barcelona a
las tres de la tarde procedente de Villaverde (Madrid), donde por la mañana
había estado visitando el Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas
Acorazados número 1 del Ejército de Tierra. Aprovechando
su visita, los mandos de la citada unidad entregaron al Rey un regalo para
su nieto: unos diminutos patucos azules.
Charla con Clos
Antes de abandonar la clínica, el Rey mantuvo una animada charla
ante la puerta de la clínica con el alcalde de Barcelona, el socialista
Joan Clos, y con el consejero delegado de la Teknon, Robert Manson. La
conversación, que se desarrolló íntegramente en inglés,
trató sobre el parto y lo bien que había ido.
Cuando salió del centro médico, el alcalde Clos dio abundante
información sobre cómo estaban las cosas en la habitación
de doña Cristina. "La Infanta está descansando en estos momentos",
señaló el alcalde, quien comentó que había
estado reunido con los cuatro abuelos del niño y que todos estaban
radiantes de alegría por el nacimiento del pequeño Juan.
La familia de Iñaki Urdangarín -sus padres, Juan María
y Claire Liebaert, y su hermana Ana- fue llegando a la clínica a
lo largo de la mañana.
A las cinco de la tarde llegó el presidente de la Generalitat
catalana, Jordi Pujol, acompañado de su esposa, Marta Ferrusola.
Pujol declaró a la salida que habían estado conversando con
los Reyes "como dos familias amigas". El matrimonio Pujol, a título
personal, regaló un trajecito al nuevo miembro de la familia real.
Cientos de ramos de flores, 50 kilos
de harina y un carné del Barça
M. L., Barcelona
La clínica Teknon fue escenario ayer de un desfile de ramos
de flores, peluches, canastillas y mensajeros llevando telegramas de felicitación
a los duques de Palma por el nacimiento de su primogénito. En la
puerta, más de 300 periodistas montaban guardia para recoger imágenes
de la familia real.
A mediodía, la acumulación de regalos hizo necesario habilitar
dos salas para colocar los más de 60 centros florales que habían
llegado durante la mañana. Entre los presentes más curiosos
estaba una cinta grabada por los escolares del centro Santa Clara con mensajes
de felicitación para la infanta y un saco con 50 kilos de harina
para papillas elaborada en Cataluña.
El pequeño Juan Urdangarín de Borbón tendrá
también otro regalo muy especial, según anunció el
vicepresidente del FC Barcelona, Nicolau Casaus, quien dijo a su entrada
a la clínica que "se hará al niño un carné
del Barça", club donde juega al balonmano su padre, Iñaki
Urdangarín.
La infanta pasó la mañana con las mujeres de las familias
Borbón y Urdangarín: su madre, doña Sofía;
su suegra, Claire Liebaert y su cuñada Ana, que vive en Barcelona
y está muy unida a Iñaki. La Reina, con la ayuda de su hermana
Irene de Grecia, se ha encargado personalmente de atender a su hija menor
y de organizar las cosas en la habitación de la infanta, la 347.
Todas almorzaron juntas en la Teknon y a última hora se les sumó
el Rey, que apenas tuvo tiempo de tomar un bocado a causa de su apretada
agenda.
Poco después de la una llegó el abuelo paterno, Juan María
Urdangarín, presidente de la Caja Vital. El padre de Iñaki
dijo que "el niño tiene algo de los dos abuelos". El pequeño
Juan será apadrinado por Mikel Urdangarín y por la infanta
Elena. El bautizo, presumiblemente, será en Madrid. Mikel Urdangarín
declaró desde Vitoria: "No creo que sea un padrino ejemplar pero
trataré de hacerlo lo mejor posible".
|