El País Digital
Domingo
18 julio
1999 - Nº 1171

Los marroquíes siguen encerrados en sus casas por temor a las agresiones

Detenido un joven por apuñalar a un magrebí

CRISTINA ANDREU, Terrassa
Tienen miedo y siguen encerrados en sus domicilios. La tensión amaina, pero los magrebíes de Ca n'Anglada aún no las tienen todas consigo y dan la bienvenida a la presencia policial. El pasado viernes la policía detuvo al vecino que presuntamente apuñaló a un joven marroquí durante la manifestación de 1.300 personas que recorrió el barrio el día anterior.

Juan R. S., de 20 años, es el vecino que presuntamente participó el pasado jueves en la agresión con arma blanca a un joven marroquí de 23 años, Mohamed G. Otro joven, Carlos Javier Egea, de 21 años, se halla igualmente detenido y a la espera de pasar hoy o mañana a disposición judicial. El joven agredido, por su parte, continúa ingresado en el hospital Mutua de Terrassa y evoluciona favorablemente.

En el capítulo judicial, en los últimos días se han presentado denuncias por amenazas e insultos contra grupos de jóvenes magrebíes. Pero la situación tiende progresivamente a la normalidad después de que el viernes menos de 1.000 personas de toda Terrassa se congregaran en el Ayuntamiento contra el racismo y la xenofobia. Decepcionados por su número, algunos vecinos de Ca n'Anglada se preguntaban: "¿Dónde está el alcalde?". El socialista Manuel Royes, alcalde de Terrassa, no asistió al acto.

Con todo, Ca n'Anglada está volviendo poco a poco a la normalidad con la ayuda de un amplio despliegue policial. Más de cien agentes de la Policía Municipal y el Cuerpo Nacional de Policía controlaban ayer todos los movimientos que se producían en la zona y alrededores, especialmente ante la previsión de que llegara un elevado número de skins heads (cabezas rapadas) a la zona, que al momento de cerrar esta edición no habían hecho acto de presencia.

Mustafá Abajtour, portavoz de la Asociación de Marroquíes de Terrassa, afirmaba ayer en una rueda de prensa que "la verdadera paz, la paz duradera, viene de los ciudadanos y no de la represión policial". En este sentido, Abajtour pedía a los vecinos de Ca n'Anglada que reflexionen sobre lo que ha pasado y lo que han hecho, para poder llegar a fórmulas de convivencia entre las dos comunidades. Asimismo, denunció la pasividad de la policía en los momentos más críticos de los últimos días en Ca n'Anglada. En un comunicado que se hizo público ayer, la asociación marroquí de Terrassa hablaba de siete heridos, uno grave, aunque otras fuentes no confirmaron esta información.

La asociación anunció ayer que pedirá al Ayuntamiento una indemnización por los daños y perjuicios que ha sufrido la comunidad marroquí de Ca n'Anglada, y también que se garantice su seguridad, y el lunes presentará un escrito a la delegada del Gobierno en Cataluña, según explicó El Griri Ahmed, representante del departamento de inmigración de Cataluña del sindicato USOC.

Ahmed también apuntó: "Sabemos que España no es un país racista y xenófobo, que es un país donde se puede vivir y dejan vivir, porque tradicionalmente su población ha sido inmigrante". Con ánimo de contribuir a la convivencia, la asociación de marroquíes propondrá al Ayuntamiento de Terrassa que se cree una oficina que gestionarían el consistorio y los marroquíes, para promover campañas de sensibilización entre la población y programas sociales dirigidos a los inmigrantes.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por su parte, se refirió ayer por vez primera al conflicto racial de Terrassa. Pujol admitió que "el racismo es uno de los problemas más serios que en el futuro puede tener Cataluña".

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