El País Digital
Sábado 
16 octubre 
1999 - Nº 1261
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

CULTURA
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Bill Gates y la Academia firman un acuerdo para mejorar el español que usa Microsoft 

El empresario estadounidense visita a la Real Academia Española y alaba su nivel tecnológico 

MIGUEL MORA, Madrid 
Virtualmente, ni se le vio. Bill Gates, quizá el empresario más influyente del mundo, llegó tarde a su cita con la Real Academia Española, visitó a toda prisa la casa, se declaró encantado de los avances informáticos académicos y firmó un acuerdo de intenciones con el director, Víctor García de la Concha. Luego salió corriendo en un Mercedes blindado y silencioso. Atrás dejó su estela pelirroja de hombre emprendedor, educado y eficaz: incluso pidió perdón por hablar en inglés en sitio semejante. El acuerdo prevé, entre otras cosas, meter el nuevo Diccionario del 2001 en los productos de Microsoft.
 
Bill Gates y García de la Concha se felicitan 
tras el acuerdo entre la Academia y Microsoft . 
A la izqda, Domingo Yndúrain (U. Martín).
Media docena de académicos aguardaban a William H. Gates en el recibidor de la Academia. Cortesía obliga, le dieron la bienvenida con un anglosajón "¿how are you?", pronunciado, eso sí, con acento españolísimo.
 
 

Gates dijo lo mismo casi al unísono, sonrió, estrechó manos, se hizo la foto de familia, sonrió de nuevo y se lanzó con el grupo (García de la Concha, Ángel Martín Municio, Luis Goytisolo, Juan Luis Cebrián, Domingo Ynduráin...) escaleras arriba. El empresario (Seattle, 1955) visitó durante unos siete minutos lo que García de la Concha llamó luego, bromeando, "las dos plantas académicas y las dos de Bill Gates".
 
 

El director de la Academia se refería a que en dos de ellas se trabaja a mano todavía, y en las otras dos, con ordenadores. A Gates se le vio encantado de saber que sus productos y programas se han instalado ya en la casa, casi tricentenaria a estas alturas.
 
 

Detalles del compromiso
 
 

Una vez abajo, todos pasaron como una exhalación a una exigua salita, donde se hacinaban cámaras, periodistas y fotógrafos, para firmar el solemne "acuerdo de intenciones", cuya importancia empezará a ser práctica en un par de años.
 
 

El compromiso, cuyos artífices, explicó García de la Concha, han sido Martín Municio, Cebrián e Ynduráin, por la Academia, y Francisco Román, por Microsoft España, se basa en cuatro puntos. El primero dice que Microsoft utilizará el Diccionario de la Academia que se publicará en el 2001 en sus productos informáticos. El segundo, que Microsoft podrá utilizar el banco de datos léxicos de la RAE (200 millones de fichas, y creciendo) con fines de estudio e investigación en el área del lenguaje natural. Según el tercer punto, Microsoft incorporará en sus futuras versiones de software otros materiales de la RAE. (García de la Concha aclaró que serán la nueva Ortografía, recién presentada, y la Gramática, que se presenta el próximo miércoles). El cuarto punto establece que la Academia participará en el proceso de análisis del corrector gramatical de la empresa de Gates, eso que Microsoft llama, en inglés, "beta tester".
 
 

Además, el acuerdo prevé la puesta en marcha de un canal de consultas preferente entre ambas instituciones, que se establecerá vía correo electrónico e Internet, para aclarar dudas sobre términos tecnológicos que vayan surgiendo.
 
 

Todo ello se enmarca en la línea de apertura y renovación de la Academia, constatable también por la presencia en el acto de directores de varias academias americanas (Chile, Colombia, Ecuador, México y Argentina).
 
 

Durante su discurso previo a la firma, García de la Concha destacó el carácter panhispánico del actual espíritu académico; dijo que el lema de la casa debería ser ahora unifica, limpia y fija, y pronosticó que frente a los 400 millones de hispanohablantes de hoy, en el año 2050 habrá 530 millones de personas utilizando el español como primera lengua. De ellos, aclaró, más de 100 millones vivirán en Estados Unidos.
 
 

Gates empezó su alocución pidiendo perdón por hablar inglés en un lugar "donde muy pocos lo habrán hecho antes". Luego se detuvo en la importancia creciente de las herramientas inteligentes del lenguaje, como Thesaurus y diccionarios, para su empresa, y continuó: "Microsoft está muy preocupada por mejorar siempre su calidad. Los usuarios de lengua española nos han dicho hace tiempo que quieren tener el mejor español posible en sus ordenadores. Así que estamos encantados de incorporar a nuestros programas el mejor español. Y entusiasmados de establecer una sociedad, que será muy fructífera en el futuro, con esta institución, cuyo nivel tecnológico es formidable". Entonces puso un ejemplo: "Según sé, la Academia revisa por la noche los periódicos españoles en Internet y a la mañana siguiente está en condiciones de corregir con esos periódicos las palabras incorrectas". 

Zurdo y blindado

Una salva de aplausos saludó la firma, durante la cual se vio que Gates es zurdo. Luego se abrió el turno de preguntas, que fue más bien breve: hubo dos. Gates cortó enseguida cualquier intento de seguir. Al parecer, tenía mucha prisa.
 
 

Alguien sacó el añejo asunto de la ñ, letra autóctona y ausente de los teclados internacionales. Un asistente escribió la letra en un papel; al verla, Gates soltó una pequeña carcajada y dijo que no esperaba la pregunta: "Con nuestras fuentes es muy fácil acceder a la ñ. A todas las letras de todos los alfabetos. El problema son los teclados, pero eso depende de los fabricantes de hardware. Nosotros siempre hemos apoyado y apoyaremos que sean sensibles a ese tipo de peticiones particulares". Luego, Gates se mostró de acuerdo en que el crecimiento de los usuarios hispanos de Internet y PC es "impresionante", y finalizó a la americana, con un poco de autocrítica. "Sólo ese crecimiento habría sido una buena razón para firmar este acuerdo. Pero la verdad es que hace bastantes años que deberíamos haber iniciado esta colaboración con la Academia Española".
 
 

Entonces dijo algo a García de la Concha y éste puso punto final al acto diciendo que Gates es "un esclavo del tiempo". Gates soltó una risita, se levantó, cogió el regalo de cortesía (un libro que cuenta la historia de la Academia) y se metió en el Mercedes, negro hasta las ventanillas, silencioso y blindado. 

El hombre más rico del mundo ofrece su receta a 1.000 empresarios 

PATRICIA FERNÁNDEZ DE LIS, Madrid 
Bill Gates dedicó la mañana de ayer a hacer proselitismo tecnológico, reclamando inversiones de empresarios y Gobiernos para paliar el enorme retraso europeo en el desarrollo de las tecnologías de la información. Y lo hizo dejando caer, además, una leve insinuación: los Gobiernos deberían dedicarse a invertir en el desarrollo de la tecnología, dijo, y no a impedir que empresas privadas innoven. Una velada acusación de Gates contra su Gobierno, con el que está enfrentado en un juicio antimonopolio que ahora espera su sentencia.
 
 

Gates tuvo un día duro. A las ocho de la mañana se reunía con el director general de La Caixa, Isidro Fainé, y las diez ya estaba en el Palacio de Congresos pronunciando una conferencia sobre gestión del conocimiento ante un millar de empresarios, decenas de periodistas y un número enorme de policías y personal de seguridad.
 
 

El fundador de Microsoft se reunió después con media docena de periodistas, y durante la hora larga de conversación se mostró completamente tranquilo e incluso algo indiferente con las preguntas incómodas. Sobre el juicio aseguró: "Tenemos una discusión, o un desacuerdo, o como quieran llamarlo, con el Departamento de Justicia, y aunque el porcentaje de personas implicadas en este asunto es minúsculo, es una pena que incluso ellos tengan que estar pendientes de esto". Y añadió: "El juicio no ha cambiado nuestras ideas ni nuestra estrategia".
 
 

Para Gates, la labor de los Gobiernos no es "pedir que una compañía con éxito deje de innovar", sino invertir en infraestructuras para mejorar la velocidad de Internet, liberalizar los mercados -"el mejor regalo de la UE a sus Gobiernos ha sido la desregulación de las telecomunicaciones", asegura- y trabajar para incrementar el papel de Internet en la educación. "Todo el mundo que vaya a la Universidad debería usar Internet", dijo. "En Estados Unidos no hay ni una sola facultad, ni la más desconocida, en la que los alumnos no usen la red para investigar o apuntarse a sus asignaturas".
 
 

Como el PIB español
 
 

Bill Gates se mostró bastante más reservado cuando habló de dinero. No quiso juzgar por qué una empresa que factura 20.000 millones de dólares (3,6 billones de pesetas) puede valer en Bolsa 500.000 millones (unos 77 billones de pesetas), más o menos el PIB español. "Hacemos software, no somos analistas de mercado", se limitó a decir Gates, que gracias a sus acciones en Microsoft es el hombre más rico del mundo, con unos 100.000 millones de dólares (15 billones de pesetas).
 
 

Gates dejó la presidencia efectiva de Microsoft hace un año para dedicar su tiempo a la investigación, pero asegura no echar de menos el día a día. "Lo que me divierte es trabajar con la gente que hace los productos", afirmó. "Dejar la gestión de Microsoft en manos de Steve Ballmer [presidente] fue una decisión muy buena. Ahora hago lo que me gusta". 
 

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