El País Digital
Domingo 
29 agosto 
1999 - Nº 1213
 
ESPAÑA
Cabecera

Detenidos 91 magrebíes en cuatro barcazas al intentar alcanzar las costas de España 

Nueva oleada de pateras con inmigrantes hacia las costas de Andalucía y Canarias 

SANTIAGO F. FUERTES, Sevilla 
El verano, especialmente sus noches, le quita bravura al mar. En esta estación es tradicional un incremento del flujo de inmigrantes que intenta llegar a España desde las costas marroquíes a bordo de sus frágiles embarcaciones de madera. Ayer fue un día especialmente llamativo en el que 91 personas fueron detenidas en cuatro pateras que intentaban llegar a las costas andaluzas y canarias. En Ceuta se interceptó a 30 ciudadanos marroquíes. Otros 27 fueron encontrados a la deriva en la costa de Fuengirola (Málaga), 22 en Tarifa (Cádiz), y 12 en Fuerteventura. 
 
Gráfico: 'Oleada
de Pateras'
En los alrededores de Ceuta, la Guardia Civil interceptó en la madrugada de ayer una patera con 30 ciudadanos marroquíes a bordo cuando iniciaban su viaje hacia la costa andaluza desde las playas de Benzú. Todos ellos serán devueltos a Marruecos, excepto el patrón de la embarcación, cuyo caso ya está en manos de un juez.
 
 

La Guardia Civil informó también que en la tarde de ayer actuó contra una patera con 27 inmigrantes marroquíes sin documentación -entre ellos un niño de 12 años- que, con el motor roto, flotaba a la deriva a ocho millas de la costa de Fuengirola (Málaga). La Junta de Andalucía se ha hecho cargo del menor.
 
 
Un inmigrante ilegal detenido esta 
semana en Almería (J.M.Vidal).
Poco después de la medianoche de ayer, el Servicio de Vigilancia Aduanera apresó otra embarcación frente a las costas de Tarifa (Cádiz) con 22 ciudadanos marroquíes a bordo. Por último, otros 12 inmigrantes fueron detenidos en la costa sur de la isla de Fuerteventura, en la la playa de La Agüita. Una mujer y su hijo de dos años y un joven de 16 años formaban parte del grupo. El menor fue trasladado a un centro del Puerto del Rosario y la mujer y su pequeño también están alojados en otro establecimiento de esa localidad.
 
 

Este año se están concentrando las llegadas de inmigrantes a bordo de pateras a finales del mes de agosto. Desde el pasado día 26, 151 personas han sido detenidas mientras intentaban arribar a las costas españolas a bordo de sus frágiles embarcaciones. Estas cifras son muy altas, pero sólo reflejan a los que no lo consiguen; una parte de esta realidad. Otros muchos sí logran burlar al mar y a la vigilancia costera. Los suficientes como para animar a otros miles.
 
 

Tanto las aguas del Atlántico como las del Estrecho de Gibraltar no son lo que se dice fáciles de navegar. Especialmente cuando de todo lo que se dispone es de una especie de barca de madera, bastante rudimentaria y con más peso del que sería aconsejable. Por eso, el verano facilita las cosas ya que el mar parece estar más calmado y anima el coraje para un viaje casi imposible.
 
 

Los detenidos en estos casos son en un porcentaje cercano al 90% marroquíes o argelinos. Los subsaharianos suelen optar por penetrar en Ceuta y Melilla y esperar que una ONG se haga cargo de tramitar sus papeles.
 
 

Las zonas elegidas para hacerse a la mar desde Marruecos suelen estar entre el Cabo Aguas y Beni-Enzar, en el caso de Melilla y con destino a Almería. En las cercanías de Ceuta, los puntos más frecuentes de salida están situados entre el Cabo Espartel y Belionech.
 
 

La ruta hacia las Canarias no es tan utilizada. El tamaño y la lejanía entre el archipiélago y la Península son dos factores que añaden vulnerabilidad al inmigrante sin papeles. Los que llegan a Andalucía -si logran burlar la vigilancia fronteriza y tras los pertinentes días escondidos en los pisos francos que les facilita, a precio de oro macizo la red que les introdujo en España- tienen la oportunidad de despistarse por un espacio infinitamente mayor. Normalmente, su destino está en alguna explotación agrícola española, pero también son numerosos los magrebíes que intentan llegar a Francia u otro país de la Unión Europea.
 
 

Recientemente, han cobrado relevancia informativa las llegadas de pateras a Canarias. Sin embargo, la portavoz de la organización Algeciras Acoge, Encarnación Márquez, discrepa de esta teoría y asegura: "Los números confirman que los inmigrantes siguen llegando a la zona del Campo de Gibraltar con la misma intensidad que lo venían haciendo y lo mismo ocurre en Gran Canaria. En ningún momento creemos que, tal y como se está diciendo en los últimos días, se hayan cambiado las rutas de las mafias que organizan los traslados de inmigrantes desde el norte de África hasta España", informa Cándido Romaguera .
 
 

A un lado o a otro, lo que sí parece claro es que los que intentan llegar ilegalmente a España por mar tienden a hacerlo en verano. En los meses de invierno, las mafias reclutan a los candidatos y esperan a la primavera para empezar a hacer los viajes.
 
 

El verano, sin embargo, también tiene sus problemas. Las noches son más claras y los vientos se suavizan, pero también las playas españolas están abarrotadas y es difícil llegar sin ser visto. Anteayer, por ejemplo, había luna llena. Una luz que hace muy visible a una embarcación casi imperceptible para el radar. Una luz de luna que ayudó a acabar con el sueño europeo de 91 personas. 

Drama en Barajas de una familia kurda a la espera de asilo 

F. J. BARROSO, Madrid 
Dos familias kurdas procedente de la zona norte de Siria permanecen en la zona de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas desde la madrugada del viernes. Una de las mujeres está embarazada de ocho meses y durante la espera sufrió un cólico nefrítico, lo que le obligó a ser ingresada en el hospital madrileño de La Paz. Su hijo de 22 meses sufre una grave deshidratación, pero no puede salir a ver a su madre, al hallarse pendiente de recibir el asilo político como le ocurre al resto de inmigrantes.
 
 

Los problemas se iniciaron el viernes cuando llegaron a la aduana de Barajas. Los siete inmigrantes carecían de documentación, por lo que fueron llevados a la zona de tránsito del aeropuerto. Allí, según fuentes del aeródromo madrileño, les atendió un asistente social y se avisó a un abogado del turno especial de asilo para solicitar su entrada legal en España. En esos momentos, la mujer comenzó a sufrir fuertes dolores en el abdomen.
 

Un médico de Barajas atendió a la mujer y ordenó su traslado inmediato a un centro hospitalario, donde fuera tratada del cólico nefrítico que padecía. El marido se quedó al cuidado del hijo, junto al otro matrimonio y sus dos hijas (de dos y cuatro años). Éste solicitó a las autoridades españolas permiso para acudir a ver a su mujer al hospital de La Paz, pero le fue denegado, según informaron fuentes del caso. 


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