El País Digital
Martes
23 marzo
1999 - Nº 1054

Los Reyes anuncian en Barcelona que la infanta Cristina será madre en octubre

La duquesa de Palma de Mallorca quiso que la noticia se diera a conocer en la capital catalana

EL PAÍS, Barcelona
La infanta Cristina será madre en octubre. Don Juan Carlos y doña Sofía anunciaron ayer que serán abuelos por segunda vez. Su hija Cristina e Iñaki Urdangarín, duques de Palma de Mallorca, esperan a su primogénito para octubre, justo cuando se cumplen dos años de la boda, celebrada en la catedral de Barcelona. Los Reyes hicieron público el embarazo de su hija en la capital catalana, en la que se encontraban en una visita programada de dos días, por expreso deseo de la Infanta, que tiene fijada su residencia en esta ciudad desde abril de 1992.


La infanta Cristina, a la salida de
la Fundación La Caixa, ayer (EFE).
La noticia fue desvelada por los Reyes en Sant Cugat del Vallès, a pocos kilómetros de la ciudad de Barcelona, a la salida de una visita a la nueva planta de los laboratorios Boehringer Ingelheim. Doña Sofía se separó de la comitiva y se dirigió a los periodistas que cubrían la visita de los Reyes a Cataluña para anunciar el embarazo de su segunda hija. Poco después la Casa Real emitía un escueto comunicado en el que se anunciaba que los duques de Palma de Mallorca "esperan el nacimiento de su primer hijo para el próximo mes de octubre".

El hijo de la infanta Cristina será el segundo nieto de los Reyes de España, tras el nacimiento, el 17 de julio pasado, de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, primer hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, duques de Lugo.

La Reina se mostró "encantada" con el embarazo de su hija y declaró con énfasis que tanto ella como los duques de Palma de Mallorca desconocen el sexo del hijo que esperan, pero que en cualquier caso les da absolutamente igual que sea niño o niña. Al hacerle notar al Rey la coincidencia de que el embarazo de la infanta Elena también fue anunciado durante un viaje a la ciudad de Barcelona, el 29 de enero de 1998, don Juan Carlos aclaró que en esta ocasión se había hecho así por expreso deseo de la infanta Cristina.

La Reina precisó que su segundo nieto "seguramente" nacerá en la capital catalana. "Los padres viven en Barcelona y lo normal es que el niño nazca aquí", dijo.

Almuerzo en familia

La propia infanta Cristina, que el próximo 13 de junio cumplirá 34 años, corroboró la noticia al mediodía, al salir del trabajo para ir a comer. Doña Cristina se dirigió al palacete Albéniz para almorzar con su esposo y sus padres, los Reyes. La Infanta trabaja en el área de programas culturales de la Fundación La Caixa y a la salida del edificio, situado en la avenida Diagonal, le esperaba un nutrido grupo de periodistas y otras personas que querían felicitarla por su próxima maternidad. Escueta pero con gran amabilidad, la Infanta corroboró la fecha en la que espera ser madre y la alegría que le produce el embarazo. Y como había indicado su madre por la mañana, aseguró: "Me da igual que sea niño o niña, estaré contenta con lo que venga".

También el esposo de la Infanta, Iñaki Urdangarín, miembro del equipo de balonmano del FC Barcelona, se mostró muy ilusionado con su próxima paternidad. El duque de Palma de Mallorca realizó unas breves declaraciones al final de la sesión de entrenamiento de ayer por la tarde. "Como cualquier futuro padre, me siento ilusionadísimo con todo lo que se avecina. Esperemos que durante estos meses todo vaya bien", señaló al ser preguntado por el embarazo de su esposa. Iñaki explicó que el nacimiento se espera para el mes de octubre. "No sé exactamente en qué momento del mes. Ahora estaremos entre las 10 y las 12 semanas [de gestación]. O sea que hace unos dos meses que lo supimos", agregó.

Urdangarín anunció que va a ser padre a sus compañeros de equipo el pasado viernes y les ofreció una copa de celebración en el mismo vestuario antes de un entrenamiento. El Barça se encuentra en la fase final de la Liga de balonmano y está clasificado para la final de la Copa de Europa. Urdangarín valoró también el hecho de que la noticia se haya hecho pública en Barcelona. "La Infanta tenía ilusión de que se dijera aquí. Y su deseo se ha visto cumplido. Es lo mejor que podía pasar", concluyó.

La infanta Cristina decidió instalar su residencia en la ciudad de Barcelona en abril de 1992, después de trabajar un año en París para la Unesco. En 1996, durante los Juegos Olímpicos de Atlanta, conoció a Iñaki Urdangarín, que jugaba en el equipo de balonmano del CF Barcelona y residía en la capital catalana desde hacía años. Tras la boda, la pareja se instaló en una vivienda próxima a la Diagonal.

El alcalde, satisfecho

Tras anunciarse la noticia, llovieron las congratulaciones. Una de las primeras fue la del alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, que se mostró "muy satisfecho" por la "gran noticia" de que "pronto tendremos un nuevo barcelonés o barcelonesa", dijo. También el cardenal arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, que el 4 de octubre de 1997 ofició la ceremonia de la boda en la catedral, felicitó públicamente a los duques de Palma de Mallorca. Consideró que la nueva es una "buena noticia" porque "cualquier sacerdote u obispo que bendice un matrimonio se siente feliz de que esa pareja vaya a dar vida a un nuevo niño que, además de existir, va a ser hijo de Dios y va a vivir para siempre". A la pregunta de si el bautizo será en la catedral, el cardenal indicó que ésa es una cuestión muy familiar y que él respeta "la libertad de los padres".

El ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqué, felicitó a los Reyes personalmente por la mañana en nombre del Gobierno. Piqué les acompañaba cuando fue anunciado el embarazo en Sant Cugat del Vallès. El ministro dijo tener un motivo adicional de alegría por el hecho de que "con toda probabilidad" el segundo nieto de los Reyes "será catalán o catalana". También acompañaban a don Juan Carlos y doña Sofía el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría.

Segundo nieto, quinto en la línea
de sucesión al trono

MABEL GALAZ, Madrid
El primer hijo de los duques de Palma de Mallorca será el segundo nieto de los reyes de España y ocupará el quinto lugar en la línea de sucesión al trono, inmediatamente después de su madre, doña Cristina. Sus posibilidades de reinar son, por tanto, remotas, ya que los descendientes que pudiera tener el príncipe Felipe o los nuevos hijos de la infanta Elena superarían al nuevo miembro de la familia real en el orden de sucesión.

En estos momentos, la línea dinástica se inicia con el príncipe de Asturias, seguido de la infanta Elena, su hijo —Felipe Juan Froilán de Todos los Santos— y la infanta Cristina.

Los principios constitucionales sobre los que se basa este orden se sustentan en los artículos 57.1 y 57.4 del Título II de la Constitución, así como la cláusula derogatoria general de la Norma Fundamental.

El artículo 57.1 dice: "La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos".

Sin título nobiliario

El artículo 57.4 de la Constitución establece además que "aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeren matrimonio contra la expresa prohibición del Rey, de las Cortes Generales, quedarán excluidas en la sucesión a la Corona por sí y por sus descendientes".

El hijo de doña Cristina no tendrá ningún título nobiliario, pero sí será grande de España, como el de doña Elena y Jaime de Marichalar, que vino al mundo el pasado mes de julio y que se llevará, por tanto, 15 meses de diferencia con su primo.

A los 24 años la Infanta Cristina se convirtió en la primera mujer de la Casa Real que obtenía un título universitario superior, la licenciatura en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid. En 1990 se instaló en Estados Unidos para completar estudios durante un año en la ciudad de Nueva York y en 1991 se instaló en París, donde trabajó para la Unesco. En 1992 decidió fijar su residencia en la ciudad de Barcelona y un año más tarde comenzó a trabajar para la Fundación La Caixa, empleo que ha compaginado con sus obligaciones como miembro de la Casa Real.

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