El País Digital
Martes 
12 octubre 
1999 - Nº 1257
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CULTURA
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CRISTINA SÁNCHEZ • MATADORA DE TOROS

"Desde que anuncié mi retirada no ha cambiado la actitud de los que me vetaron" 

LUIS MARTÍNEZ, Madrid 
Cristina Sánchez (C. Serrano).
Las Ventas. Feria de San Isidro. En los carteles, Curro Vázquez, David Luguillano y un torero que confirma la alternativa. En los titulares de los periódicos, el ruido de las pocas oportunidades que aún quedan para la épica: "Cristina Sánchez hace historia". El titular más repetido a lo largo de su carrera cumplía puntual su cita con la letra impresa. Era el 12 de mayo de 1998 y Cristina era "la primera mujer que...". Siempre ha sido así: la primera en torear, en triunfar, en salir a hombros... Justo un año después, también durante la feria madrileña, la matadora de toros, de 27 años, anunciaba su retirada. La razón: una fiesta que fiel a su más rancia tradición se negaba a las evidencias. Sus compañeros no querían torear con ella.
 
 

Hoy se despide de los ruedos. Y lo hace en Las Ventas. "Ha sido una temporada muy rara. Al inicio, me vi fuera de las ferias de Castellón, Valencia y ni siquiera en Madrid tuve hueco. Quedé relegada a torear en plazas de tercera. Cada cosa tiene su tiempo y en su momento tuvo sentido para mí anunciarme en estos ruedos. Sin embargo, después de tantos esfuerzos... verte otra vez empezando... no. Así que mejor irse. Ni profesional ni económicamente compensaba", dice en una explicación ya casi protocolaria de su decisión. "Eso sí", continúa, "lo que no quería era irme de cualquier manera. Así que me cargué de moral y decidí echar para adelante".
 
 

Su paso al frente le hizo cambiar de apoderado y torear "15 o 17 corridas". Una larga despedida a plazos que concluye esta tarde en el primer coso del mundo. "Durante este tiempo me he podido dar cuenta de varias cosas: el público está conmigo y las cosas no han cambiado nada desde que anuncié que me iba". La última frase tiene por destinatarios sus colegas de profesión. "Por un momento, pensé que, después de anunciar la retirada, muchos cambiarían de opinión y querrían torear conmigo. Pero no. No ha sido así. Me he dado cuenta de que en este mundo muchas mentes están encajadas y no aceptan que alguien llegue rompiendo moldes. No hay más que lo que hay".
 
 

Sueños y realidad
 
 

Hace apenas unos meses, la misma evidencia hizo que Cristina arramblara con todos los sueños de juventud. Sueños mimados en soledad que hablaban de tardes de gloria. La madrileña, nacida en Parla e hija del banderillero Antonio, dio por concluida una carrera que empezó a fraguarse mucho antes de que con 14 años decidiera enfrentarse a una becerra. Aún niña, robando tiempo a sus estudios y sus trabajos de peluquera y auxiliar administrativa, Cristina se imaginó vestida de luces. Entonces, sólo el viento embestía dócil los requiebros de su imaginación. Luego, la realidad le tomó la delantera a sus delirios y para ella fue una salida a hombros camino de la calle de Alcalá. Era novillera y triunfaba en Madrid el 25 de julio de 1995. Más tarde, el mundo a sus pies, llegaría la alternativa en Nimes el 24 de mayo del año siguiente. Curro Romero se la otorgaba. Y todo ello, haciendo historia, acaparando titulares... cosas de la épica.
 
 

En un chasquido, todo fuera. "Por primera vez en mi vida me sentí hundida. Ahora, ya no. Ahora sé que todo sigue igual y que nada puede cambiar", afirma para acto seguido preguntarse sin esperar respuesta: "¿Resignación? Sólo un poco. Me voy satisfecha con lo que he conseguido y lo que quiero es disfrutar lo más posible de estos momentos. Disfrutar de lo que sé que es mío".
 
 

Cuando hoy cumpla el paseíllo en compañía de Fernando Cepeda y Javier Conde, sobre ella, confiesa, "no pesará la responsabilidad de la última vez. Es otro tipo de responsabilidad. Se trata de Las Ventas". Llegados a este punto, Cristina Sánchez acude al granado arsenal de frases hechas en el que un torero se reconoce como tal: "Madrid es siempre Madrid. Lo único que deseo en un día como éste es estar a altura de las circunstancias y cumplir con las exigencias de la plaza".
 
 

Detrás queda la polémica, "el machismo" -como ella misma dijo en su momento- de una fiesta de hombres y, en un rincón que la hace saltar, otro tipo de recriminaciones. Ella fue acusada de vetar a sus otras compañeras en activo. "Esto me interesa dejarlo claro. Nunca he hecho tal cosa. Es más, cuando me lesioné la muñeca, yo misma propuse que una compañera cubriese mi puesto. Perdí 15 o 20 corridas y ella, no voy a dar el nombre, toreó cinco o seis de esos festejos".
 
 

Dicho lo cual, Cristina respira y se apresta a imaginar un futuro sin toros: "Seguiré toreando en festivales. Eso no hay quien me lo quite. Pero pocos. También es cierto que en mis planes está el formar una familia y tener hijos. Si no llega a haber pasado lo que pasó, hubiese aguantado tres o cuatro años más. Pero luego, me hubiese retirado igual".
 
 

Visitado el futuro inmediato, detrás queda un pasado intenso donde cristalizaron sueños de niña. "La vivencia del toro me ha enseñado todo. Todo lo que tengo, casa, familia, amigos... y lo que sé. Y esto ya no lo cambio por nada".
 
 

La corrida de hoy,
7ª y última de la Feria de Otoño (fuera de abono): toros de Los Eulogios para Fernando Cepeda, Javier Conde y Cristina Sánchez, que se retira del toreo. A las 17.30 . 
 

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