El País Digital
Sábado
10 julio
1999 - Nº 1163

La policía decomisa en Galicia otros 5.000 kilos de cocaína dentro de la Operación Temple

Mayor Oreja habla de «dimensiones mundiales» y de «orgullo» para las Fuerzas de Seguridad

C.E. CUÉ/P.CARBAJO, Madrid/Vigo
La Operación Temple continúa batiendo récords. Tras las 10 toneladas de cocaína intervenidas el pasado domingo por la policía española en un barco a 900 millas de Canarias, ayer se descubrieron otros 5.000 kilos de la misma droga en una casa en construcción en A Pobra do Caramiñal (A Coruña). Las 15 toneladas que ya se han incautado dan a esta operación "dimensiones casi mundiales", cercanas a los 20.000 kilos incautados en una operación en Estados Unidos en 1995, según el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Y no se descarta que puedan hallarse nuevos alijos.

Varios policías vigilan la droga decomisada
ayer en A Coruña (L. R. Villar).
Después de la incautación de 10 toneladas de cocaína en el barco Tammsaare y de 208 kilos de heroína en un almacén a 30 kilómetros de Madrid, la policía seguía buscando las caletas o almacenes que la banda utilizaba para guardar la mercancía. La red desmantelada estaba compuesta por un grupo de colombianos, encargados de producir y distribuir la droga una vez introducida en España, y una banda gallega, conocida como clan del Boiro, que se ocupaba de que la cocaína cruzase el océano y llegara a las costas españolas. Luego la almacenaba en pisos francos como el descubierto ayer.

A partir de ahí, según la Policía, eran otra vez los colombianos los que repartían la droga por toda Europa. En este intercambio de funciones, el riesgo determina el beneficio: el 30% de los ingresos eran para los gallegos y el resto para los colombianos, responsables de la complicada y costosa tarea de colocar la mercancía.

Dentro de los 55 detenidos el pasado domingo está el español José Manuel Vila Siera, apodado El Presidente, cargo que ocupa en el modesto Sporting de Lampón, el club de fútbol de la parroquia gallega del mismo nombre.

El Presidente es considerado por la Policía como el líder del clan de Boiro. Su detención ha llevado a las fuerzas de seguridad hasta una casa en construcción de la parroquia de San Isidro, en el municipio de A Pobra do Caramiñal (A Coruña) donde, escondidos en varios huecos falsos del suelo de los dos pisos que tenía la casa, encontraron entre 4.500 y 5.000 kilos de cocaína, repartidos en 187 fardos con un peso medio de entre 26 y 28 kilos.

La policía asegura que no esperaban encontrar tanta droga, aunque tenían claro que el piso era uno de los principales almacenes del clan gallego. La mercancía formaría parte de varios cargamentos introducidos por esta banda en Galicia entre los meses de abril y mayo. El clan llegó a manejar entre cuatro y seis toneladas de cocaína, según explicó ayer en rueda de prensa el director general de la Policía, Juan Cotino, informa Susana Pérez de Pablos.

El propietario de la casa, Manuel Pérez Capeán, O Náutico, fue detenido a las siete de la mañana en su domicilio. Los vecinos sospechaban hace tiempo del excesivo movimiento de vehículos que había siempre en los alrededores de la casa en construcción. Además, su empresa, dedicada a la limpieza de escaparates, difícilmente podía justificar el elevado tren de vida de su dueño.

También se ha detenido a otra persona relacionada con el caso, con lo que ya son 57 los arrestados en la Operación Temple. Baltasar Garzón, juez de la Audiencia Nacional que se encarga de instruir el caso, ya ha tomado declaración a 23 de ellos. El magistrado ha decidido mandar a prisión a 20 y ha dejado a tres en libertad, uno de ellos bajo fianza. Estaba previsto que las declaraciones de los detenidos continuaran durante toda la tarde de ayer.

El hotel Temple

La operación recibe el nombre de Temple porque era en el hotel de Ponferrada (León) con ese nombre donde se realizaban las reuniones entre los dos grupos, colombianos y gallegos, para organizar el traslado y la distribución de la droga.

La redada aún no se da por concluida, aunque Mayor Oreja se apresuró ayer a decir que "ha llegado a tener la dimensión máxima que se haya producido en cualquier lugar del mundo, casi similar a la que en algún momento ha ocurrido en Estados Unidos". También la calificó como "un orgullo" para las fuerzas de seguridad.

El barco Tammsaare llegará hoy a Las Palmas, donde será recibido por Garzón y Cotino. La policía no descarta que, cuando se haga una inspección a fondo del Tammsaare, se puedan encontrar nuevos alijos de droga, ya que es una nave muy grande y por tanto puede tener infinidad de escondrijos para la mercancía.

En busca de 'Alfa 001'

M.C, Madrid
La Policía cree haber detenido al embajador en España de uno de los más importantes carteles colombianos de la droga y sigue la pista de una persona identificada como Alfa 001, considerado el máximo jefe de la trama.

La operación policial que permitió el decomiso de las 10 toneladas de cocaína en el buque Tammsaare condujo a las fuerzas de seguridad a un hotel de Alicante, donde fue detenido el colombiano Alfonso León Fernández, Antonio. León desempeña supuestamente el cargo de "representante de hecho" de la organización colombiana propietaria de la droga, al frente de la cual se encuentra el misterioso Alfa 001.

Las autoridades policiales de Colombia han informado de que la última salida legal de León Fernández de este país suramericano ocurrió el pasado 3 de mayo, cuando tomó un avión rumbo a Londres. El Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS), encargado de la lucha contra el narcotráfico, sospecha que posteriormente Alfonso León pudo volver a salir del país sin ser detectado.

Las 10 toneladas de cocaína capturadas en Canarias fueron negociadas por el propio León durante su última visita a Colombia, informa el diario El Espectador, que cita fuentes oficiales. La droga iba a ser distribuida desde España a otros puntos de Europa. Las autoridades colombianas aseguran que el clan de Antonio, sólidamente establecido en Europa, es independiente de los más conocidos carteles de Cali, Medellín y los Llanos.

El juez deja en libertad a 18 de los 48 detenidos en Melilla

JOSÉ YOLDI, Madrid
Un total de 18 de los 48 detenidos en Melilla en la operación Solarium 120 contra el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico, es decir todos los que han declarado hasta la fecha ante el juez Juan del Olmo, de la Audiencia Nacional, han sido puestos en libertad, 15 con fianzas que oscilan entre los tres y los 15 millones de pesetas y tres sin ellas.

Todos los arrestados fueron trasladados desde la ciudad autónoma hasta Madrid en un avión Hércules, de las Fuerzas Armadas. Sus derechos se les leyeron ya cuando se encontraban en el autobús que los llevó desde el aeropuerto hasta la Dirección General de la Guardia Civil, donde varios fueron puestos directamente en libertad sin cargos.

El instituto armado se hizo cargo del pasaje de vuelta en avión de todos ellos, excepto uno, que prefirió regresar a Melilla en autobús y barco. Uno, de 71 años, incluso agradeció a los agentes la oportunidad de haber viajado en avión, puesto que era la primera vez que lo hacía y, dada su edad y su nivel económico, nunca habría podido pagar el billete.

Bocadillos de chorizo

Mientras tanto, los presuntamente menos implicados iban pasando a disposición del juez Del Olmo, que, tras tomarles declaración, les iba dejando en libertad, a algunos de ellos ya de madrugada.

Para cenar se les habían proporcionado bocadillos de chorizo. Claro que los detenidos, en su mayoría musulmanes, los rechazaron. Como sustitutivo y a falta de otros alimentos, comieron pistachos y patatas fritas. Finalmente, se ha comunicado a Instituciones Penitenciarias su situación y religión para que les prepare la dieta adecuada, teniendo en cuenta además que uno es diabético.

Los que fueron puestos en libertad sin cargos en la Audiencia Nacional no tenían dinero para volver a Melilla o Marruecos, de donde proceden algunos, y esperaban que su familia les remitiese algo de dinero. El juzgado no les facilita pasaje, puesto que el Ministerio de Justicia no tiene presupuesto para esa finalidad.

La mayoría ha negado la existencia de una banda organizada. Simplemente, habían aceptado figurar como propietarios de un dinero que no era suyo a cambio de una comisión. Ésos han quedado en libertad bajo fianza.

Peor es el caso de un marroquí que fue a la tienda de ultramarinos de la familia Talento, en la que se cambiaba dinero, pero que también funciona como farmacia, precisamente a comprar medicinas. Ayer esperaba en un pasillo de la Audiencia a que le llegue dinero para volver a casa.

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