50.000 niños musulmanes que viven en España
estudiarán islamismo en colegios públicos
La comunidad islámica exige al Gobierno mecanismos para aplicar
el acuerdo
JUAN G. BEDOYA, Madrid
Son unos 50.000 niños y necesitarán cientos de profesores,
aunque de momento sólo hay disponibles unos 80. Los escolares musulmanes
que deseen recibir lecciones de islamismo en los colegios públicos
ya tienen garantizado ese derecho fundamental, consagrado en la Ley Orgánica
de Libertad Religiosa, de 1980. Después de numerososs desencuentros,
el Gobierno aceptó el pasado día 27 de septiembre una fórmula
para cumplir ese mandato legal, ignorado hasta ahora y que permitía
a las confesiones minoritarias acusar al Estado de no respetar la libertad
religiosa y de culto.
Una madre musulmana acompaña a su hijo
al colegio en Girona (P. Duran).
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El artículo 2 de la Ley de Libertad Religiosa consagra el derecho
de los españoles a recibir e impartir enseñanza e información
religiosa de toda índole y "a elegir para sí y para los menores
no emancipados e incapacitados, dentro y fuera del ámbito escolar,
la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus
propias convicciones". Judíos, protestantes y musulmanes son la
tres confesiones religiosas que han sido declaradas de notorio arraigo
en España y que tienen derecho legal, por tanto, al mismo trato
que la Iglesia católica.
En España hay 500.000 musulmanes (sin contar a los inmigrantes
sin papeles), unos 350.000 protestantes y 20.000 judíos, según
los datos facilitados por las propias confesiones. Disponen de miles de
lugares de culto y de organizaciones de asistencia social muy activas,
pero hasta ahora no han logrado un trato igual a los católicos en
asuntos como la enseñanza religiosa en los centros públicos.
Tampoco reciben financiación de los presupuestos del Estado, como
es el caso de la Iglesia católica, que en 1999 ingresará
21.000 millones por ese concepto.
Listas de demanda
El pasado 27 de septiembre tuvo lugar en el Ministerio de Educación
y Ciencia, en Madrid, una reunión de la denominada Comisión
Paritaria Estado-Islamistas, formada por representantes de la Administración
y de la Comisión Islámica. Enfrente del director general
de Asuntos Religiosos, Alberto de la Hera, y de su equipo negociador, formado
por expertos de los ministerios de Justicia y de Educación, se sentaron,
por parte de la Comisión Islámica, Mehdi Flores, secretario
de organización de la Feeri (Federación Española de
Entidades Religiosas Islámicas), y Mansur Jerez y Abu Jamal en representación
de la Ucide (Unión de Comunidades Islámicas de España).
Se trata de las dos federaciones que agrupan a las comunidades islámicas
legalizadas en el Ministerio de Justicia.
El punto principal del orden del día fue el inicio de las clases
de religión musulmana en los centros públicos, pero la Comisión
Islámica puso sobre la mesa sus lamentos por "el retraso de la Administración
a la hora de proporcionar las listas de demanda de la religión islámica",
dijo ayer el portavoz de los musulmanes españoles, Yusuf Fernández
Ordóñez, un periodista asturiano de la revista Amanecer
, que antes de su conversión al Islam, hace diez años, se
llamaba Luis José.
"Este tema del derecho de los musulmanes a impartir la enseñanza
de la religión islámica en centros públicos, en una
posición de igualdad con las otras confesiones, entre ellas la católica,
ha sido una constante reivindicación, pero se ha demorado por la
falta de interés del Gobierno para poner en práctica esos
derechos", explicó ayer Yusuf Fernández.
En España hay unos 50.000 niños musulmanes, según
los cálculos de este portavoz. La mayor concentración está
en las ciudades de Melilla, Ceuta y Madrid. Cataluña, Levante y
Andalucía también tienen una importante población
musulmana.
En Melilla hay unos 5.000 niños y jóvenes en edad escolar,
pero el portavoz musulmán cree que, tras el inicio de las clases,
las cifras irán creciendo. "No disponemos de datos muy precisos
por la política obstruccionista de las autoridades educativas",
explica Yusuf Fernández. Y pone un ejemplo para ilustrar sus quejas:
los impresos de matriculación no tienen una casilla donde los niños
puedan escoger la opción de la religión islámica,
o la judía, o la protestante. "Calculamos que las listas que el
Ministerio ha entregado a la Comisión Islámica recogen únicamente
un tercio de la demanda real. En Cataluña, las autoridades educativas
de la Generalitat no han colaborado tampoco en este tema y la demanda es
también desconocida", afirma.
Para superar esa falta de información, las comunidades islámicas
están haciendo un puerta a puerta entre sus miembros y los
musulmanes en general para notificarles la posibilidad que tienen de elegir
la opción de la religión islámica para sus hijos.
Pero el portavoz dice que "este trabajo podría haberse evitado si
la Administración hubiera colaborado apropiadamente en facilitar
a los padres la información acerca de la posibilidad de dicha elección
y de los mecanismos para hacerla efectiva".
Respecto a los profesores necesarios para cumplir la futura demanda,
Yusuf Fernández calcula que serán unos 500. Pero comenzarán
este año con unos 80. Y tienen un serio problema: el de la titulación.
Algunos de los profesores presentados por las comunidades carecen de la
titulación que el Ministerio exige y, además, muchos de ellos
-que han cursado sus estudios en sus países de origen, principalmente
Marruecos y Argelia- deben homologar sus carreras en el Ministerio de Educación
y Ciencia.
Profesores con un contrato de residencia
La reunión entre musulmanes y autoridades educativas, el pasado
día 27 de septiembre, encontró una fórmula aceptable
para ambas partes sobre cómo contratar a los centenares de profesores
de islamismo que, en un futuro próximo, serán necesarios
para atender a los miles de niños que, según la Comisión
Islámica, reclamarán clases de su religión.
Será la citada Comisión Islámica de España
la responsable de presentar una lista única de profesores, que habrán
de disponer de la titulación adecuada, es decir un título
de magisterio o de diplomado en cualquier carrera para poder ser contratados
para dar clases de religión islámica en los centros de la
enseñanza primaria, y de licenciado para los de secundaria.
Los profesores extranjeros han de disponer de un certificado de residencia
por trabajo (no por otro motivo). La celebración del contrato de
profesor de religión islámica no podrá en ningún
caso servir para que el aspirante adquiera dicho certificado.
Para formalizar el contrato, el profesor deberá presentar el
documento nacional de identidad o el certificado de residencia por trabajo,
en el caso de ser extranjero, así como la titulación acreditativa
compulsada.
El Ministerio de Educación ha expresado su disposición
a ser flexible con respecto a los cupos de alumnos que son necesarios para
la asignación de un profesor de religión islámica,
así como para el cobro de los correspondientes salarios. Los centros
deberán proporcionar, si se les solicita, una lista de alumnos interesados
en recibir la clase de Islam.
Antes de fin de año una subcomisión de la Comisión
Paritaria, formada por dos miembros del Ministerio de Educación
y dos de la Comisión Islámica, tendrá redactado el
proyecto definitivo de convenio, que deberá ser aprobado por el
Ministerio de Educación y Ciencia. La primera reunión de
esa subcomisión ya está fijada: el próximo día
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