El País Digital
Viernes 
3 septiembre 
1999 - Nº 1218
 
 
 
CULTURA
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'Toma Ketama', nuevo disco del grupo, refina su sonido más hondo 

Los Carmona incluyen colaboraciones de Caetano Veloso y Pepe Habichuela 

FIETTA JARQUE, Madrid 
Los miembros de Ketama se han tomado con calma y seriedad su nuevo trabajo. Su disco, Toma Ketama, lima el sonido y el estilo propio del grupo para darle una atmósfera más cuidada, más limpia y honda. Cercana a ritmos latinos más que a otro tipo de conexión. "Nosotros venimos de una música culta, muy gitana y flamenca y, aunque tenemos elementos latinos, no seríamos nunca como Chayanne o Ricky Martin", dice Antonio Carmona.
 
Desde la izquierda: Juan, Josemi 
y Antonio Carmona, ayer en Madrid (L. Magán)
Hace dos años, Ketama sacaba su disco Konfusión, en el que introducía las aristas de la música funky entre temas que seguían respondiendo al lenguaje musical del grupo, con bases de flamenco y pop. Un título ambiguo para un trabajo de punteos precisos. Ahora, en Toma Ketama, "una especie de grito de guerra", comenta Juan Carmona, se invierte la relación. Once canciones con el sello de Ketama, pero envueltas en una atmósfera más suave y arreglos refinados. La producción de este álbum la han compartido con Cachorro López, ex miembro del grupo argentino Abuelos de la Nada, de la banda de Charly García y productor de los mexicanos Caifanes y Molotov, además de la cantautora Mercedes Sosa. "Es un disco con una producción muy cuidada, un disco muy mimado", afirma Josemi Carmona. "Con Cachorro le hemos dado la vuelta a cada tema una y otra vez, hasta que conseguimos lo que queríamos. Pero eso no significa que no sea un disco cañero".
 
 

Además de la producción de Cachorro López, cuenta también con las colaboraciones del cubano Pavel Urquiza, el uruguayo Jorge Drexler y el brasileño Caetano Veloso. Pero Antonio Carmona dice que eso no significa que esté orientado a un mercado latinoamericano. "Nosotros no hacemos los discos enfocados a ningún público o mercado del mundo. Somos gitanos y flamencos y, por mucho sonido hindú o americano que le pongamos, seremos siempre gitanos flamencos", afirma. Para reforzar esa idea, el disco cuenta con otros dos nombres distinguidos dentro del flamenco, la guitarra de Pepe Habichuela en una versión del clásico de Triana, El Lago, y José Soto Sorderita en Soledad.
 
 

Ojos en Norteamérica
 
 

Aunque Juan Carmona reconoce que sí les interesa entrar en el mercado norteamericano, su hermano Antonio matiza: "Venimos de una música más culta, y creo que nuestro público, aun en toda América Latina, será un público culto que conozca el flamenco. No llegaremos a un público masivo como Chayanne o Ricky Martin. Nuestro trabajo mira más hacia dentro, que es donde están las cosas buenas, y no hacia el mercado o la moda".
 
 

"Los temas de Toma Ketama hay que escucharlos varias veces", continúa Antonio. "Pero así es con casi todos nuestros discos: no se captan bien a la primera, hay que ir descubriendo los detalles, salvo algún tema como No estamos locos, pero creo que no habrá nunca otro como ése para nosotros".
 
 

Después de 18 años juntos, Ketama sabe bien qué es lo que le interesa. "Ha habido muchos cambios en Ketama desde que empezamos", recuerda Antonio con una sonrisa irónica. "Desde que llegamos con nuestra primera maqueta a una multinacional y nos dijeron que nos fuéramos con eso p'al Retiro, a todo lo que ha pasado después. Nosotros ya teníamos una música y un sello muy personal que no ha cambiado. Hemos ido madurando y ahora nos da risa ver vídeos de cómo éramos entonces". 
 


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