Barcelona y Santiago recibieron al 2000 con grandes
espectáculos
Los fuegos artificiales en Madrid provocaron 17 heridos leves
EL PAÍS, Madrid
Imaginación, lo que se dice imaginación, la verdad
es que no sobró salvo en Barcelona y Santiago de Compostela. La
llegada del 2000 fue celebrada en el resto del país según
más o menos viene siendo costumbre cada Nochevieja, si acaso con
algunos kilos más de pólvora en Madrid y, eso sí,
más gente en la calle. La Fura dels Baus y su Hombre del Milenio,
en Barcelona, y los actos en Santiago, que este año será
la capital europea de la cultura, brillaron mucho más que los fuegos
artificiales de Madrid, que además provocaron 17 heridos leves.
Algunas personas observan en el cabo de Creus
(Girona), el punto más occidental de España,
el
primer amanecer de 2000 (Efe).
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Barcelona vivió una Nochevieja más callejera que otros años.
El centro de la ciudad y las Ramblas fueron los lugares escogidos para
salir a la calle a recibir el año 2000, sobre todo por el grueso
de turistas que estos días están en la ciudad. La plaza de
Cataluña fue el escenario del espectáculo que montó
el grupo teatral de La Fura dels Baus: el Hombre del Milenio. Más
de 15.000 personas asistieron a la verbena popular que desarrolló
un montaje tecno-mitológico: el ser que el grupo teatral creó
albergaba en su cuerpo metálico a casi un centenar de castellers.
La estructura metálica de 15 metros cobró vida con la llegada
de los primeros segundos del 2000 y todo el monumental armazón de
hierro se iluminó. Entre juegos de luces, una campana marcó
el ritmo de las uvas. Mientras, en el suelo, la plaza de Catalunya se convirtió
en un inmenso reloj digital.
En Galicia, el centro de la celebración fue la plaza de A Quintana
dos Mortos, junto a la catedral de Santiago de Compostela, donde miles
de personas se reunieron para comer las uvas y ver los actos programados
por el Ayuntamiento para festejar que la ciudad gallega será durante
este año capital europea de la cultura. El espectáculo de
pirotecnia, luces y fuego satisfizo al público, pese a que las campanas
de la catedral apenas se oyeron en medio del bullicio y muchos de los asistentes
acabaron comiendo las uvas a destiempo. Sobre las escaleras de la plaza
se había instalado una escultura piramidal en cuyo interior un grupo
de músicos comenzó a tocar nada más estrenarse el
nuevo año.
El espectáculo se cerró sobre la una de la madrugada con
una gran hoguera en la que ardieron unas piezas colocadas en las últimas
semanas en diversos lugares de la ciudad y que todas juntas formaban la
frase Ano mil novecentos 99.
Por su parte, la celebración de la Nochevieja en Madrid tuvo
como escenario principal la Plaza Mayor, en el centro de la capital. Allí
el Ayuntamiento organizó una multitudinaria fiesta que contó
con la asistencia de 10.000 personas. La macrofiesta se completó
con un despliegue de luces y fuegos artificiales en el que se utilizaron
tres toneladas de material pirotécnico. La fiesta arrojó
como saldo 17 personas heridas leves a causa de un fallo técnico
en el dispositivo de uno de los puntos desde los que se lanzaron cohetes.
La fiesta de Madrid contó con las actuaciones de Marta Sánchez,
Rosario Flores y Ketama.
De entre las capitales andaluzas, sólo Granada preparó
un espectáculo de luz y sonido en la plaza del Carmen al que acudieron
unas 4.000 personas. En el resto de Andalucía, apenas nada que destacar,
salvo la ocurrencia, por pintoresca, de los vecinos de Antequera (Málaga),
que decidieron entrar en el 2000 con el estómago lleno y con su
nombre inscrito en el Libro Guinness. Ambas cosas se consiguieron gracias
a una perola de 441 kilogramos de migas cocinadas al estilo local -chorizo,
panceta, algo de naranja y chocolate para el que lo quisiera- de la que
disfrutaron unas 6.000 personas. Una grúa con balanza facilitó
al notario dar fe del nuevo récord, que en lo que a migas se refiere
estaba en 3.500 comensales.
En Valencia, un derroche de pólvora al más puro estilo
fallero iluminó el cielo de la ciudad durante los primeros compases
del 2000. En cuanto terminaron las últimas campanadas del año
y el ritual de las 12 uvas, muchos valencianos se asomaron a los balcones
y a las ventanas para presenciar el espectáculo pirotécnico
organizado por el Ayuntamiento. De forma sincronizada, se dispararon media
docena de castillos de fuegos artificiales en otros tantos barrios de la
ciudad.
Bilbao celebra en el 2000 el 700 aniversario de la fundación
de la villa por Diego López de Haro y para conmemorarlo el Ayuntamiento
quemó 1.000 kilos de material pirotécnico en Abandoibarra,
junto a la ría del Nervión. Pese al frío, los fuegos
artificiales reunieron a cientos de personas.
Noche real en Lanzarote
El Príncipe de Asturias asistió en Nochevieja a una fiesta
privada en la localidad de Macher, en el municipio lanzaroteño de
Tías, tras despedir el año 1999 con el resto de la familia
real en la residencia La Mareta, donde se alojan durante sus vacaciones
de Navidad en Lanzarote. La fiesta estaba organizada por varios amigos
del lanzaroteño Carlos Morales, marido de la princesa Alexia de
Grecia, a quienes el Príncipe conoció en Londres con motivo
de la boda de ambos. Ayer por la mañana, los duques de Palma de
Mallorca, la Infanta Cristina y su esposo Iñaki Urdangarín
se trasladaron al campo de golf de Costa Teguise donde practicaron este
deporte. Este es el cuarto viaje a Lanzarote de Sus Majestades, que conocieron
la isla en marzo de 1973 y volvieron, en su primera visita oficial como
Reyes de España, en octubre de 1977. José María Aznar
y su esposa, Ana Botella, viajarán hoy a Lanzarote para felicitar
el nuevo año a la familia real. |