Ningún laboratorio comercializa en España el compuesto hormonal que impide el embarazo
MAR MEDIAVILLA / ANA PANTALEONI, Barcelona
/ Madrid ( 14-03-00)
En España se producen cada año 18.000 embarazos en menores
de 19 años. Se estima que cada día una chica aborta y otra
da a luz. Un estudio de Margarita Delgado, investigadora del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas, indica que cada año se quedan
embarazadas 12 de cada 1.000 chicas de entre 15 y 19 años.
La mayoría de estos embarazos son consecuencia, o bien de haber
mantenido relaciones sexuales sin protección, o bien de un fallo
del método anticonceptivo. Para estos casos existe la píldora
del día siguiente, un combinado de pastillas anticonceptivas
en altas dosis, que, para ser efectiva, debe tomarse en las 72 horas siguientes
al coito de riesgo. Su función es retrasar la ovulación o
evitar la implantación del óvulo fecundado en la pared del
útero. No se trata, por tanto, de una píldora abortiva y
nada tiene que ver con la RU-486, que sí lo es.
La píldora del día siguiente es la asociación
de un estrógeno (Etinil-Estradiol) y un gestágeno (Levo-Norgestrel),
pero en dosis más altas que un anticonceptivo oral convencional,
y debe administrarse en dos dosis separadas por un intervalo de 12 horas.
Pese a ser un hallazgo de los años sesenta, su uso ha tropezado
con trabas constantes. "Trabas de tipo cultural, principalmente religiosas,
o de información", precisa Juan José Espinós, del
servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital Sant Pau de Barcelona,
que acaba de realizar un estudio sobre la eficacia de la píldora.
Fallos del preservativo
"El hecho de que haya aumentado la demanda se debe a que ahora hay más
personas que utilizan el condón como método anticonceptivo
y de protección de enfermedades, y ha aumentado en consecuencia
el porcentaje de fallos". También ha aumentado el uso por parte
de adolescentes que no toman suficientes precauciones en sus relaciones
sexuales.
Un estudio de la Federación Española de Planificación
Familiar sobre anticoncepción poscoital realizado durante seis meses
entre 1995 y 1996 reveló que el 82% de los 4.958 casos atendidos
eran jóvenes menores de 26 años y el 40% adolescentes que
se habían quedado embarazadas sin desearlo. En el 69% de los casos
se solicitaba la píldora por "rotura del preservativo". Esta federación
estima que cada año 40.000 jóvenes recurren a este método
para evitar un embarazo.
El uso de esta píldora ha provocado controversia. La primera
fue acerca de si era o no abortiva. "Desde el punto de vista biológico,
el embarazo se produce cuando el óvulo fecundado se implanta en
la cavidad uterina. Pero la píldora actúa antes de que se
produzca la implantación", señala Espinós. La Organización
Mundial de la Salud también reconoce esta definición. "De
modo que, desde el punto de vista legal, no existe diferencia entre la
administración de una píldora anticonceptiva y la píldora
poscoital", precisa Isabel Serrano, ginecóloga y portavoz de la
Federación de Planificación Familiar.
En todo caso, el problema que se plantea ahora es cómo evitar
un uso frívolo de un instrumento que debería usarse sólo
como remedio de emergencia. "Deben desaparecer las trabas a la píldora,
pero su administración debe ir acompañada de una labor de
educación sexual. Eso es muy importante", afirma Isabel Serrano.
Las primeras trabas son de índole burocrático. El combinado
hormonal, compuesto por varias pastillas, no está registrado en
España como anticonceptivo de emergencia y sólo se puede
obtener con receta médica.
"En Estados Unidos, la FDA (Food and Drugs Administration) aprobó
el uso de la píldora como un anticonceptivo de urgencia, señala
Isabel Serrano. "Nuestra federación planteó tanto al Ministerio
de Sanidad como a los laboratorios farmacéuticos que sería
conveniente comercializarla para evitar embarazos no deseados".
La píldora puede conseguirse sin problemas y con el adecuado
asesoramiento médico en los centros de planificación familiar
o de atención sexual a los jóvenes. Pero no todas las ciudades
o barrios disponen de estos servicios, de modo que la única alternativa
en estos casos es acudir a un servicio de urgencias y, en cualquier caso,
encontrar un facultativo dispuesto a firmar la receta.
Otra cuestión controvertida es si debe darse siempre que una
joven la pide y hasta qué punto y en qué circunstancias ellas
pueden disponer de este medicamento. El catedrático de Derecho Penal
Luis Arroyo Zapatero sostuvo en un congreso de planificación familiar
que "es de aplicación sin restricción alguna el principio
de plena capacidad jurídica de los menores para solicitar y consentir,
si tuviesen suficiente juicio y madurez para ello. La valoración
del grado de juicio y madurez corresponde al médico en virtud de
su derecho y deber del ejercicio profesional, y en su modulación
debe atenderse el sentido y finalidad de la prestación que en este
caso es precisamente el de evitar embarazos no deseados en la adolescencia".
Para Espinós, "es importante recordar que este tratamiento comporta
una dosis hormonal alta; muchos autores no recomiendan más de una
dosis por ciclo menstrual y, por tanto, administraciones repetidas podrían
tener efectos secundarios importantes. Además, aunque su efectividad
es alta, no alcanza al 100% y debe tenerse en cuenta que su uso no evita
las enfermedades de transmisión sexual".
En el estudio participaron 503 mujeres, que acudieron a este servicio
de urgencias entre julio de 1997 y mayo de 1998. Por término medio,
las parejas acudían tras las primeras horas de un coito desprotegido.
El 72% de los casos lo hacían entre las 13.00 y las 18.00 horas,
siendo mayor la afluencia durante los fines de semana. La edad media de
las pacientes se situaba en 23 años, y en cerca de un 80% de los
casos el motivo de la consulta era un fallo en el método anticonceptivo,
generalmente rotura de condón. El estudio revela, además,
que en el 11% de los casos no se había utilizado ningún método
de prevención.
Entrevistadas sobre los efectos secundarios, el 55% de las mujeres no los había percibido, mientras que el resto manifestó algún síntoma leve y frecuente, como náuseas, vómitos y dolor de cabeza. "En el caso de nuestro estudio, la eficacia se situaba en el 87%, lo que puede considerarse un grado de eficacia alto, pero esta información puede estar algo sesgada por el tipo de centro que somos y la tipología de las mujeres que acuden, de modo que estos datos no son extrapolables a otros centros como pueden ser los de atención primaria", indica Juan José Espinós. Pero en Europa el país que cuenta con un índice más
elevado de embarazos no deseados entre las adolescentes es el Reino Unido,
sobre todo entre las chicas menores de 16 años. El Gobierno de este
país invertirá 10 millones de libras (2.660 millones de pesetas)
en diferentes proyectos de educación sexual para evitar los embarazos
no deseados entre las adolescentes, así como información
sobre lo que supone una maternidad a edad temprana.
En el Reino Unido se calcula que anualmente hay un total de 10.000 embarazos
en adolescentes menores de 16 años.
En marzo del pasado año, el Colegio Oficial de Enfermeras (Royal
College of Nursing) se pronunciaba sobre la necesidad de poder administrar
en su trabajo dentro de los colegios la píldora del día después.
Desde enero de este año y hasta el mes de marzo, en Manchester,
una de las ciudades con el índice más elevado de embarazos
no deseados, se aplica un programa para facilitar la píldora en
las farmacias de la ciudad. Un total de 50 farmacéuticos han recibido
formación especial para proporcionar información sobre este
método de emergencia antes de suministrar la píldora a las
solicitantes.
Por su parte, el Consorcio sobre Anticoncepción de Emergencia, organismo en el que participan diversas organizaciones, entre ellas el Programa Especial de Investigación y Desarrollo en Reproducción Humana de la OMS, tiene como objetivo conseguir que las píldoras anticonceptivas de emergencia se conviertan en una parte más del programa de atención sexual a los jóvenes. |
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