El País Digital
Domingo 
23 enero 
2000 - Nº 1360
 
SOCIEDAD
Cabecera
Las tarjetas llevarán un 'chip' para combatir el fraude en Internet 

Espectacular aumento de los delitos cibernéticos entre los usuarios españoles 

JOAQUINA PRADES, Madrid 
Las tarjetas de crédito que guardan en sus carteras cerca de 30 millones de españoles cambiarán antes del verano el cerebro magnético por un chip que requerirá un código secreto para cada operación. Esta decisión, acordada por las grandes compañias del sector, trata de frenar la desconfianza de los consumidores ante el espectacular crecimiento de la delincuencia cibernética, que genera cerca de 60 denuncias diarias. La reconversión costará a Visa, Master Card, 4B, Red 6000, Dinners y American Express más de 100.000 millones de pesetas. 

M. N. L., un almeriense en viaje de turismo, paró en una gasolinera de Teruel para repostar. Tiró a la papelera la copia del tique de la tarjeta con que pagó el combustible y alguien recogió el resguardo. El intruso compró desde Valencia productos informáticos por valor de un millón de pesetas a una empresa de Vich (Barcelona) con el número de tarjeta y fecha de caducidad del tique rescatado de la basura. 

Ordenó a la tienda que le remitieran los productos a una central de mensajería, que únicamente le pidió el nombre y un número de teléfono. El nombre se lo inventó, y el número correspondía a un móvil activado con una tarjeta prepago, de las que se adquieren en cualquier tienda de telefonía y que no identifican al titular. Fue el delito perfecto. No le cogerán.
 
 

Al turista almeriense la compañía de su visa le repuso el dinero del fraude. El comercio de Vich pagó los platos rotos, como ocurre en la mayor parte de los casos. El 90% de las denuncias que recibe la Guardia Civil proceden de pequeños y medianos establecimentos. 

Los particulares retiran la denuncia en cuanto se les restituye el dinero. Aunque no todos. En los archivos de la Guardia Civil continúa la denuncia de un estudiante madrileño que visitó Senegal y tiró un resguardo de su tarjeta. Al mes siguiente le llegó una factura de dos millones de pesetas de material informático adquirido en Estados Unidos vía Internet. Al madrileño su descuido sólo le ha reportado molestias, pero la estafa ha puesto en marcha una maquinaria infernal. Del estafador sólo consta que en algún momento residió o efectuó una llamada desde Finlandia. El resto tiene que averiguarlo la policía judicial de varios continentes.
 
 

Por eso la Guardia Civil aconseja a los usuarios que rompan en mil pedazos los comprobantes que no guardan. Manuel Nieto, jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil, no oculta su preocupación ante el auge imparable de los timos virtuales: "Nos enfrentamos a delincuentes que son genios de las telecomunicaciones y que actúan en todo el planeta. Eso conlleva pesquisas en varios países y conciliar muchas legislaciones. Resulta muy complejo".
 
 

Algunos casos investigados por su unidad así lo confirman.Entre ellos, el del propietario de una visa oro a quien le cargaron compras por ocho millones de pesetas desde varios países de Europa. O el de unos canadienses a quienes facturaron diez millones gastados alegremente en Madrid por ciudadanos rusos.
 
 

Programas y películas
 
 

En ocasiones no basta con romper el resguardo. F. F. L., un ama de casa de Castilla y León, abonó involuntariamente 80.000 pesetas por un programa de arquitectura del que ni había oído hablar. Otros costean, mediante la elección al azar de los muchas tarjetas que circulan por la red, las aficiones pornográficas de algunos cibernautas, o su melomanía. Los archivos musicales y las películas X figuran entre los hobbies de los piratas.
 
 

Para protegerse de ellos, los gigantes del dinero plastificado han destinado 100.000 millones -500 pesetas por tarjeta- para corregir las anomalías del comercio off line (el que no comprueba todos los datos del comprador desde la terminal de venta) y que en España se reduce al peaje de las autopistas, la mayor parte de las gasolineras y la totalidad de la compra-venta a través del ordenador. 

El plan afecta a toda la Unión Europea y tiene que estar concluido en el año 2005. La Confederación de las Cajas de Ahorro y el grupo 4B comenzarán antes del verano a sustituir las actuales tarjetas por el chip inteligente. Y el resto de las firmas maneja plazos similares. Cuando concluya la reconversión, las actuales tarjetas pasarán al baúl de los recuerdos. Sólo habrá que rescatarlas, y tampoco por mucho tiempo, cuando se viaje al Tercer Mundo. 

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