El País Digital
Miércoles 
16 febrero 
2000 - Nº 1384
CULTURA
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Almodóvar entra en la recta final de los 'oscars' con una mezcla de alegría y cautela 

Hollywood selecciona 'Todo sobre mi madre' entre las candidatas a la mejor película extranjera 

ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS, Madrid 
Pedro Almodóvar vivirá el 26 de marzo su segunda noche mágica en Hollywood. Tras su visita fallida en 1989 con Mujeres al borde de un ataque de nervios, volverá ahora con Todo sobre mi madre, una película que en los pases previos a los oscars ha conseguido una promoción y un apoyo del público y de la crítica estadounidense mucho más sólidos y prometedores. Esta vez parece la definitiva, aunque el expansivo cineasta tiró ayer de escepticismo manchego y se mostró cauto, quizá tratando de contener tanta euforia anticipada. American Beauty (ocho candidaturas) The cider house rules y The insider (siete cada una) copan las candidaturas de una Academia que parece querer celebrar el 2000 con mucho cine de sentimientos.
 
Pedro Almodovar
La alegría y la cautela se mezclaron ayer en las palabras de Pedro Almodóvar. Todo sobre mi madre es, por fin, candidata al Oscar y el cineasta ("controlad vuestra euforia, por favor", pidió a los periodistas) llega a la recta final de "una larguísima carrera". Almodóvar reconoció sus nervios ante el anuncio de las candidaturas y admitió cierta "sensación de cansancio" tras casi cuatro meses de promoción en EE UU. "En España la gente me ha dado ya el Oscar y eso es una presión muy grande para mí. Si lo consigo, o no, es todavía un misterio que no se sabrá hasta el 26 de marzo".
 
 

Almodóvar volverá a Los Ángeles a principios del próximo mes para asistir a una retrospectiva que ha organizado la filmoteca de la ciudad californiana sobre su obra y para luchar -por segunda vez en su carrrera- por la codiciada estatuilla a la que ya se acercó hace once años con Mujeres al borde de un ataque de nervios. "Si no me lo dan, que nadie se preocupe. No saben lo bien que encajo que no me den un Oscar."
 
 

Acompañado por su hermano y productor, Agustín, el cineasta se reunió ayer con periodistas españoles y extranjeros tres horas después de conocer la noticia de que Todo sobre mi madre es una de las cinco candidatas al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa. La posibilidad de entrar en más candidaturas (ambición por la que apostó la distribuidora de la película en EE UU, Sonny Classics) quedó desterrada pocos minutos después de que el actor Dustin Hoffman y el presidente de la Academia de Hollywood, Robert Rehme, dieran a conocer en una rapidísima lectura los aspirantes a los Oscar. "Esperaba más candidaturas y no esperaba ninguna", afirmó Almodóvar sobre los resultados finales.
 
 

Las otras
 
 

"Ahora sólo puedo decir que por fin somos candidatos y que eso significa que puede ganar cualquiera de las cinco películas elegidas", continuó un cauto Almodóvar. El director aseguró que no ha visto ni la película nepalí Caravan, ni la sueca Bajo el sol, ni la galesa Solomon and Gaenor ("que yo creo que sólo la han visto su director y sus actores", apostilló), ni la francesa La vida prometida. "El año de Cyrano nadie dudó ni un minuto que era la ganadora. No ganó. Ocurrió lo mismo con Adios muchachos. Era la absoluta favorita y tampoco ganó. Así que nunca se sabe. Mi película es la favorita, la que sale con más posibilidades, pero nada más".
 
 

"Para votar", agregó, "los académicos no sólo tienen que ver las cinco, sino demostrar que las han visto, y luego votar. Por eso ahora se crea una situación un poco absurda. Y es que nosotros incluso organizaremos proyecciones de las otras candidatas para que las vea el mayor número de académicos, y así voten. Yo, que votaré, todavía no he visto ninguna".
 
 

Almodóvar practicó ayer su inglés con los corresponsales extranjeros en Madrid, a quienes reconoció que su disparatado discurso al recibir el Globo de Oro el pasado mes de enero es "el mayor éxito" que ha tenido en EE UU: "Estaba frenético, fuera de mí. Y cuando estoy así me lanzo sin red. Para los Oscar, reconozco que me lo prepararé un poco más, pero no mucho. No sé qué cara podría poner a Jack Nicholson ni la gracia que podría decirle. Me resulta un poco ridículo ensayar todo esto delante de un espejo". El director confesó que cuando escuche en la noche del 26 de marzo el título de su película entre las otras cuatro no dudará en "vender por un segundo" su alma al diablo para así llevarse la estatuilla. "Yo siempre quiero ganar". Sobre quién de su equipo le acompañará a Hollywood, añadió: "Todos los que quieran".
 
 

Real y emocionante
 
 

Todo sobre mi madre, una película cuyo esqueleto argumental nació hace dos años, durante unas vacaciones de Almodóvar en la casa de Caetano Veloso en Bahía, ha recaudado hasta ahora en todo en el mundo ocho mil millones de pesetas, y sólo en España, Francia e Italia la han visto más de seis millones de espectadores. "Sabía desde el principio que ésta era una película poderosa, pero poco más. Si cuentas el argumento te dirán que es un disparate. Un sainete desenfrenado. Mi reto era mostrar que eso era algo real y emocionante. Como si le hubiera ocurrido a una vecina". Cuando ayer alguien le preguntó si cree que es su mejor película, el cineasta, en silencio por un momento, contestó: "Pues la verdad es que no sé si es la mejor. Con esta película todavía necesito distancia". 

Nervios y cava

Á. S. HARGUINDEY, Madrid 
"Tengo que estar preparado para todo, incluso para no ser candidato a nada", comentaba Pedro Almodóvar minutos antes de que se hicieran públicas las candidaturas de la Academia de Hollywood. En las oficinas de El Deseo todo era hacer que hacían, no pensar, preparar unas tapas para picar, una mezcla de profesionalismo y ataque de nervios. Pedro quiso ver la televisión completamente solo. Cinco minutos después de la ceremonia televisada a todo el mundo estaba con los suyos, entre llamadas de teléfono y gritos sinceros de alegría y placer.
 
 

"He visto a tanta gente hundirse al no conseguir lo que, según todos, estaba hecho, que no quería repetir errores ajenos". Estaba feliz y pensando en todo lo que le queda por delante hasta la noche del 26 de marzo. 550 medios de comunicación acreditados para cubrir la información de ayer justifican cualquier esfuerzo.
 
 

Agustín, su hermano y productor, comentaba la conveniencia de fichar una empresa de relaciones públicas estadounidense para el último tramo de la larga marcha. Le llaman de The New York Times. Elena Benarroch pasa un momento para darle un beso. A las seis tiene convocada la rueda de prensa. Pica un poco de queso y chorizo; mira en las páginas de Internet la lista completa de las candidaturas. "Me encanta que esté Richard Farnsworth, el protagonista de Una historia verdadera, de David Lynch. Es buenísimo", comenta Almodóvar. Los estadounidenses valoran la interpretación pero, sobre todo, la taquilla: Todo sobre mi madre llevaba recaudados hasta ayer, según la imprescindible página web de Variety, más de 5,1 millones de dólares. El filme de Lynch, por ejemplo, apenas supera el millón.
 
 

"Lo tremendo de todo esto es que nada puede igualar el concepto de espectáculo que tienen. Pensar que a las cinco y media de la madrugada está Dustin Hoffman en un escenario porque es la mejor hora para los informativos de la costa Este y para Europa, eso es algo que lo tienen totalmente asumido. Los oscars son, sobre todo, una plataforma de lanzamiento única, imposible de comparar con nada".
 
 

Más llamadas internacionales y nacionales, más queso y chorizo. El cava... Almodóvar, en la cresta de la ola. Una locura que podrán comprobar a partir del domingo 27 de febrero, cuando EL País Semanal inicie la publicación de su Diario de campaña, las notas que, recuperando a la inolvidable cronista Patty Diphusa, tomó en su gira estadounidense de recogidas de premios. Una visión lúcida y divertida del imperio y sus gentes: desde Robert de Niro o Wynona Ryder hasta el mismísimo presidente Clinton. 


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