Olivenza, tierra deseada
El ejército portugués no reconoce una parte de
la frontera con Badajoz que considera ocupada por España
JAVIER GARCÍA, Lisboa
En la Europa sin fronteras hay una zona que Portugal añora. El Ejército
portugués, siguiendo las instrucciones del Ministerio de Asuntos
Exteriores, elude marcar en su carta militar una amplia área de
la frontera con Badajoz a causa de una vieja reivindicación lusa:
la población de Olivenza es para muchos portugueses un territorio
ocupado ilegalmente por España, a la luz de los tratados internacionales.
El teniente coronel Manuel Couto, uno de los directivos del Instituto
Geográfico del Ejército, explicó ayer a este periódico
que "la Carta Militar intineraria del Ejército no marca este trozo
de frontera (entre el río Caia, junto a Badajoz, y el río
Cuncos, cerca de Mourao) al no estar reconocida por las autoridades del
Ministerio de Exteriores. España debería haber devuelto esa
población y, según el derecho internacional, el caso constituye
una ocupación del territorio".
No obstante, el militar explica que "el Instituto Geográfico
del Ejército es un órgano técnico que se rige por
las instrucciones de las autoridades políticas del departamento
de Exteriores, que nunca nos ha ordenado definir esa frontera; por tanto,
es un problema pendiente y aún no resuelto entre los Gobiernos de
ambos países. Nosotros no hemos marcado esa frontera en la última
Carta Militar, pero lo venimos haciendo así desde 1932, fecha en
que fue creado este organismo. Se trata de un vacío que existe entre
los dos países".
Olivenza formó parte del Estado portugués desde 1297,
fecha del Tratado de Alcañizes (que dividió las fronteras
entre el Reino de Castilla y Portugal), hasta la invasión del país
vecino por España y Francia en 1801. Las autoridades lusas consideran
que el Tratado de Fontainebleau, de 1807, anuló el de Badajoz, de
1801, por el que Portugal había cedido Olivenza a España,
y, de esta forma, el territorio debería haber sido devuelto a la
soberanía de Lisboa. Y añaden que España se comprometió
en el Tratado de Viena (1817) a devolver la polémica plaza.
Desde aquellas fechas, la reclamación lusa se ha mantenido con
mayor o menor intensidad en función de las relaciones bilaterales.
Fuentes del actual Gobierno confirman la validez de esa interpretación,
aunque admiten que "el contencioso hace mucho tiempo que dejó de
ser una prioridad de la diplomacia portuguesa".
El embajador y presidente de la comisión internacional fronteriza
entre España y Portugal, Júlio Mascarehnas, reconocía
recientemente al vespertino A Capital que "el asunto está
fuera de la agenda diplomática lusa desde 1919", pero el conflicto
persiste "porque Portugal no reconoce la soberanía de España
en la margen izquierda del Guadiana desde la confluencia con el río
Caia y el Cuncos. España está ocupando un pedazo de Portugal".
El teniente coronel Couto añade que "marcar un simple trazado
por esa zona significaría suponer que la frontera pasa por algún
lugar de allí; y eso no es verdad, porque no existe una frontera
natural y porque faltan los marcos como alternativa".
El alcalde de Olivenza desde 1979, el socialista Ramón Rocha,
explica: "El contencioso está completamente superado, al menos desde
nuestro punto de vista. Ahora que estamos a punto de entrar en el próximo
milenio y con la desaparición de las fronteras en la Unión
Europea, parece casi anacrónico reivindicar este territorio. Siempre
se ha respetado la frontera del río Guadiana, y nadie se puede plantear
ahora la entrega de Olivenza".
Rocha reconoce que, antes de que la democracia fuera restablecida en
ambos países, "existía cierta tirantez y algunas presiones
para devolver esta plaza, pero desde aquellas fechas las relaciones entre
ambos países son estrechísimas y el asunto quedó completamente
aparcado, al menos a nivel oficial". Eso sí, "con la excepción",
añade, "de algunas organizaciones como la Asociación de Amigos
de Olivenza y el Comité de Olivenza Portuguesa, integradas por veteranos
militares y sectores de la derecha que aprovechaban cualquier ocasión
para reivindicar su soberanía". |