El País Digital
Martes 
9 noviembre 
1999 - Nº 1285
INTERNACIONAL
Cabecera
Marruecos condena a 15 años de cárcel a 25 saharauis por los disturbios en El Aaiún 

Rabat destituye a un vicegobernador y envía a cuatro ministros a explicar su política 

TOMÁS BÁRBULO / ENVIADO ESPECIAL,El Aaiún 
Los tribunales de Marruecos han condenado a 15 años de cárcel a 25 personas, y a 10 años a otra más, por su participación en los disturbios ocurridos en El Aaiún entre los días 27 y 29 de septiembre, según afirmó ayer el ministro de Justicia, Omar Aziman. Añadió que el pachá (una suerte de comisario político, lugarteniente del wali o gobernador), Mohamed Karouani, responsable de la zona norte, ha sido destituido y llamado a Rabat. Además, tres policías están procesados por posible violación de los derechos humanos. 
 
Una foto de un saharahui torturado, 
reproducida por la prensa de Rabat.
En cuanto a los 23 saharauis detenidos tras las manifestaciones de este fin de semana, 13 permanecen en prisión acusados de rebelión y otros ocho se encuentran en libertad vigilada. Dos menores de edad han quedado libres.
 
 

Las declaraciones del ministro fueron efectuadas en el transcurso de una rueda de prensa multitudinaria celebrada en el Palacio de Congresos de El Aaiún. La intención propagandística era evidente. Ante más de 60 periodistas traídos expresamente y con gran misterio esa misma mañana en avión desde Marrakech, comparecieron también los titulares de Economía, Fatohala Walalu; Asuntos Islámicos, Abdelkalar El Alaui; y Asuntos Exteriores, Mohamed Ben Aisa. Estuvo también presente el wali de la región, Allal Saadaoui.
 
 

Omar Aziman afirmó que, tras las manifestaciones de saharauis en demanda de mejoras sociales, celebradas a finales de septiembre y salvajemente reprimidas por la policía marroquí con apoyo de colonos traídos del norte de Marruecos, fueron detenidas 30 personas.
 
 

Investigación oficial
 
 

Sólo cuatro de ellas, una mujer y tres menores, quedaron en libertad. En cuanto a los agentes procesados, dijo: "Está en marcha una investigación para averiguar si ha habido torturas o excesos. Puedo asegurar que si se han producido o si ha habido violación de los derechos humanos, los culpables responderán ante los tribunales".
 
 

El ministro de Exteriores, Mohamed Ben Aisa, se desmarcó de las declaraciones efectuadas el miércoles por el titular de Interior, Driss Basri, en el sentido de que "el referéndum del Sáhara será aplazado dos o tres años". Ben Aisa afirmó que "esa fue una interpretación personal de Basri sobre unas declaraciones mías, en las que me limité a repetir lo que ha dicho el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el sentido de que los recursos presentados contra el censo que elabora Naciones Unidas pueden retrasar la consulta".
 
 

Esta matización es un nuevo revés en la cada vez más frágil posición de Basri, que fue indiscutible hombre fuerte durante los últimos años de Hassan II y con el que el nuevo monarca, Mohamed VI, no parece sintonizar en exceso.
 
 

Pero tampoco Ben Aisa fue muy preciso respecto a la fecha del referéndum: "El secretario general de la ONU ha valorado la ayuda que le viene prestando Marruecos y nuestra voluntad de llegar hasta el final. Si todo se desarrolla como está previsto en el plan de paz", añadió, "habrá referéndum". Preguntado acerca de la posibilidad de una salida intermedia entre la consulta popular y la guerra, dijo: "Nosotros vamos con el plan de paz. No hay otra puerta abierta ni cerrada. ¿Tercera solución? Yo nunca he oído nada de una tercera solución".
 
 

La misma imprecisión mostró respecto a la fecha de las elecciones para el Consejo Consultivo Real, en el que Mohamed VI ha dejado patente su deseo de que haya representantes de todas las tendencias: "La fecha será anunciada pronto, cuando se cumplan los trámites necesarios", dijo.
 
 

Una de las misiones de los ministros enviados desde Rabat era explicar a los notables de la población saharahui aspectos relacionados con ese Consejo Consultivo. "Os puedo asegurar que las elecciones [para cubrir sus puestos] serán transparentes y honestas", dijo Mohamed Ben Aisa.
 
 

Demandas sociales
 
 

El ministro de Economía, Fatohala Walalu, tampoco arrojó luz sobre las demandas sociales que encendieron la mecha de los disturbios de septiembre. Sólo adelantó que su departamento está estudiando esas reivindicaciones y trabajando en posibles medidas para reactivar la agricultura, el comercio y la vivienda.
 
 

En El Aaiún hacen falta, según su alcalde, 10.000 nuevas viviendas. Walalu ni siquiera aseguró indemnizaciones para las personas que perdieron sus negocios o sus casas en las refriegas: "La justicia se encargará de determinar eso".
 
 

La comitiva ministerial, que había llegado a El Aaiún por la mañana y partió por la tarde hacia Rabat, fue tratada con absoluta indiferencia por la población. 

El 90% de la riqueza, concentrada en cuatro manos

T. B, El Aaiún 
Brahim Mojtar Smeiba, de 41 años, estudió con excelentes calificaciones en el instituto de El Aaiún durante la colonización española. Ayer frotaba la lima sobre un anillo de plata en su minúsculo taller de artesano, situado en el barrio de Colominas: "Por las mañanas trabajo en Fos Bucraa (la empresa de fosfatos del Sáhara) con una categoría muy baja. Este negocio me sirve para mantener a mis cinco hijos", afirma.
 
 

¿Cómo es posible que la mayoría de los habitantes de un territorio tan rico en gas, pesca y fosfatos, en el que, además, desde 1976 Marruecos ha invertido cerca de 2.000 millones de dólares (unos 300.000 millones de pesetas), vivan en la pobreza?
 
 

El alcalde de la ciudad, Ijalihenna Uld Rachid, es un viejo conocido de las autoridades coloniales. En 1974 fue nombrado secretario general del Partido de Unidad Saharaui (Puns), una organización títere con la que el último Gobierno de Franco intentó llegar a un acercamiento con el Frente Polisario. El 17 de mayo de 1975, Ijalihenna se fugó a Marruecos con la caja de la organización (unas 200.000 pesetas de la época) y rindió pleitesía a Hassan II. Hoy se dice que es el cuarto hombre más rico de Marruecos y que su hermano controla el puerto de El Aaiún.
 
 

"Mi hermano exporta arena para las cementeras y ni siquiera tiene el monopolio del negocio", declara a EL PAÍS. "Yo vivo bien, pero no soy rico. Ésas son mentiras de mis enemigos. Tengo adversarios en todas partes: en el norte (Rabat) y en el este (Tinduf)". Y, para demostrar su honradez, el alcalde de El Aaiún afirma que sólo cuatro grupos se reparten el 90% de la riqueza de la zona:
 
 

-Atlas (grupo Dermam): posee el monopolio del gas del Sáhara, lo que supone el 50% de la economía del territorio.
 
 

-Grupo Brahim Hammad: es el dueño del puerto de El Aaiún. También tiene frigoríficos, conserveras de pescado, fábricas de hielo y entre el 20% y el 30% de las casas de la ciudad. Además, según otras fuentes, controla el contrabando de tabaco norteamericano de la marca Marlboro.
 
 

-Familia Yumani: tienen transportes, frigoríficos, neumáticos, barcos, inmuebles, y (lo más importante) son los abastecedores oficiales del Ejército real.
 
 

-El Kentaui: en sus manos está la importación de materiales de primera necesidad: tejidos, té, detergentes, cosméticos.
 
 

De estos cuatro grupos, sólo el primero existía antes del abandono del territorio por parte de España.
 
 

El 10% restante de la economía está en manos de un centenar de comerciantes, principalmente de las tribus izarguien y ait baamaran (Ijalihenna pertenece a los tahalat).
 
 

Hay pocas esperanzas de que Brahim Mojtar Smeiba mejore su precaria situación. 

El Polisario dice que la 'Intifada' saharaui va a continuar 

AGENCIAS , Argel 
Las manifestaciones de los habitantes oriundos del Sáhara Occidental, que el Frente Polisario califica de Intifada saharaui -en alusión a la palestina en los territorios ocupados por Israel-, prosiguieron durante este fin de semana en El Aaiún, según un comunicado de este movimiento fechado en Argel. Representantes del Frente, que busca la independencia de la ex colonia española, aseguraron ayer que las manifestaciones en la zona controlada por Marruecos proseguirán en los próximos días.
 
 

"Decenas de familias carecen de informaciones sobre el paradero de las personas detenidas por las autoridades marroquíes de ocupación, mientras se mantiene en El Aaiún el estado de sitio", afirma el Polisario en su comunicado.
 
 

El Polisario acusa también a las autoridades marroquíes de "acentuar su política de mano de hierro contra la población civil saharaui" y condena la integración forzada de saharauis en las filas del Ejército.
 
 

La Intifada saharaui parece más el producto del cansancio de la población que una protesta organizada por el Polisario. Lo que comenzó en septiembre como una protesta en demanda de mejoras sociales y económicas degeneró pronto en disturbios callejeros con objetivos políticos muy claros en defensa de la independencia del territorio ocupado.
 
 

La Gendarmería, sobrepasada por la dimensión de la protesta, recurrió a los colonos marroquíes allí instalados, que participaron en la represión al grito de "¡a por los polisarios!" y "¡viva Marruecos!" Los manifestantes saharauis, lejos de achantarse, respondieron a la afrenta con otras proclamas no menos nacionales: "¡Viva la República del Sáhara libre!", dijeron.
 
 

Pérdida de control
 
 

Son numerosos los saharauis que aseguran que los incidentes ocurridos en el último mes y medio en El Aaiún demuestran, sobre todo, una pérdida de control por parte de las autoridades marroquíes, en un instante en el que ese control puede ser decisivo para orientar la intención de voto en un futuro referéndum sobre el futuro del territorio.
 
 

Marruecos, tras ocupar el Sáhara en 1976 y desplazar a miles de civiles a la región argelina de Tinduf, controlada por el Polisario, confió en que esa división ayudaría a suavizar o suprimir el sentimiento nacionalista en El Aaiún. Los acontecimientos de las últimas semanas hacen pensar en que esa política educativa, destinada a la marroquinización de los saharauis, ha fracasado.
 
 

Este revés podría tener ahora consecuencias: que el Gobierno de Rabat acelere el envío de colonos a las zonas controladas del Sáhara, con la intención de dificultar una futura cesión, en caso de perder el referéndum de la ONU. 

© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid