Marruecos condena
a 15 años de cárcel a 25 saharauis por los disturbios en
El Aaiún
Rabat destituye a un vicegobernador y envía a cuatro ministros
a explicar su política
TOMÁS BÁRBULO / ENVIADO ESPECIAL,El Aaiún
Los tribunales de Marruecos han condenado a 15 años de cárcel
a 25 personas, y a 10 años a otra más, por su participación
en los disturbios ocurridos en El Aaiún entre los días 27
y 29 de septiembre, según afirmó ayer el ministro de Justicia,
Omar Aziman. Añadió que el pachá (una suerte
de comisario político, lugarteniente del wali o gobernador),
Mohamed Karouani, responsable de la zona norte, ha sido destituido y llamado
a Rabat. Además, tres policías están procesados por
posible violación de los derechos humanos.
Una foto de un saharahui torturado,
reproducida por la prensa de Rabat.
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En cuanto a los 23 saharauis detenidos tras las manifestaciones de este
fin de semana, 13 permanecen en prisión acusados de rebelión
y otros ocho se encuentran en libertad vigilada. Dos menores de edad han
quedado libres.
Las declaraciones del ministro fueron efectuadas en el transcurso de
una rueda de prensa multitudinaria celebrada en el Palacio de Congresos
de El Aaiún. La intención propagandística era evidente.
Ante más de 60 periodistas traídos expresamente y con gran
misterio esa misma mañana en avión desde Marrakech, comparecieron
también los titulares de Economía, Fatohala Walalu; Asuntos
Islámicos, Abdelkalar El Alaui; y Asuntos Exteriores, Mohamed Ben
Aisa. Estuvo también presente el wali de la región,
Allal Saadaoui.
Omar Aziman afirmó que, tras las manifestaciones de saharauis
en demanda de mejoras sociales, celebradas a finales de septiembre y salvajemente
reprimidas por la policía marroquí con apoyo de colonos traídos
del norte de Marruecos, fueron detenidas 30 personas.
Investigación oficial
Sólo cuatro de ellas, una mujer y tres menores, quedaron en libertad.
En cuanto a los agentes procesados, dijo: "Está en marcha una investigación
para averiguar si ha habido torturas o excesos. Puedo asegurar que si se
han producido o si ha habido violación de los derechos humanos,
los culpables responderán ante los tribunales".
El ministro de Exteriores, Mohamed Ben Aisa, se desmarcó de las
declaraciones efectuadas el miércoles por el titular de Interior,
Driss Basri, en el sentido de que "el referéndum del Sáhara
será aplazado dos o tres años". Ben Aisa afirmó que
"esa fue una interpretación personal de Basri sobre unas declaraciones
mías, en las que me limité a repetir lo que ha dicho el secretario
general de la ONU, Kofi Annan, en el sentido de que los recursos presentados
contra el censo que elabora Naciones Unidas pueden retrasar la consulta".
Esta matización es un nuevo revés en la cada vez más
frágil posición de Basri, que fue indiscutible hombre
fuerte durante los últimos años de Hassan II y con el
que el nuevo monarca, Mohamed VI, no parece sintonizar en exceso.
Pero tampoco Ben Aisa fue muy preciso respecto a la fecha del referéndum:
"El secretario general de la ONU ha valorado la ayuda que le viene prestando
Marruecos y nuestra voluntad de llegar hasta el final. Si todo se desarrolla
como está previsto en el plan de paz", añadió, "habrá
referéndum". Preguntado acerca de la posibilidad de una salida intermedia
entre la consulta popular y la guerra, dijo: "Nosotros vamos con el plan
de paz. No hay otra puerta abierta ni cerrada. ¿Tercera solución?
Yo nunca he oído nada de una tercera solución".
La misma imprecisión mostró respecto a la fecha de las
elecciones para el Consejo Consultivo Real, en el que Mohamed VI ha dejado
patente su deseo de que haya representantes de todas las tendencias: "La
fecha será anunciada pronto, cuando se cumplan los trámites
necesarios", dijo.
Una de las misiones de los ministros enviados desde Rabat era explicar
a los notables de la población saharahui aspectos relacionados con
ese Consejo Consultivo. "Os puedo asegurar que las elecciones [para cubrir
sus puestos] serán transparentes y honestas", dijo Mohamed Ben Aisa.
Demandas sociales
El ministro de Economía, Fatohala Walalu, tampoco arrojó
luz sobre las demandas sociales que encendieron la mecha de los disturbios
de septiembre. Sólo adelantó que su departamento está
estudiando esas reivindicaciones y trabajando en posibles medidas para
reactivar la agricultura, el comercio y la vivienda.
En El Aaiún hacen falta, según su alcalde, 10.000 nuevas
viviendas. Walalu ni siquiera aseguró indemnizaciones para las personas
que perdieron sus negocios o sus casas en las refriegas: "La justicia se
encargará de determinar eso".
La comitiva ministerial, que había llegado a El Aaiún
por la mañana y partió por la tarde hacia Rabat, fue tratada
con absoluta indiferencia por la población.
El 90% de la riqueza, concentrada en cuatro manos
T. B, El Aaiún
Brahim Mojtar Smeiba, de 41 años, estudió con excelentes
calificaciones en el instituto de El Aaiún durante la colonización
española. Ayer frotaba la lima sobre un anillo de plata en su minúsculo
taller de artesano, situado en el barrio de Colominas: "Por las mañanas
trabajo en Fos Bucraa (la empresa de fosfatos del Sáhara) con una
categoría muy baja. Este negocio me sirve para mantener a mis cinco
hijos", afirma.
¿Cómo es posible que la mayoría de los habitantes
de un territorio tan rico en gas, pesca y fosfatos, en el que, además,
desde 1976 Marruecos ha invertido cerca de 2.000 millones de dólares
(unos 300.000 millones de pesetas), vivan en la pobreza?
El alcalde de la ciudad, Ijalihenna Uld Rachid, es un viejo conocido
de las autoridades coloniales. En 1974 fue nombrado secretario general
del Partido de Unidad Saharaui (Puns), una organización títere
con la que el último Gobierno de Franco intentó llegar a
un acercamiento con el Frente Polisario. El 17 de mayo de 1975, Ijalihenna
se fugó a Marruecos con la caja de la organización (unas
200.000 pesetas de la época) y rindió pleitesía a
Hassan II. Hoy se dice que es el cuarto hombre más rico de Marruecos
y que su hermano controla el puerto de El Aaiún.
"Mi hermano exporta arena para las cementeras y ni siquiera tiene el
monopolio del negocio", declara a EL PAÍS. "Yo vivo bien, pero no
soy rico. Ésas son mentiras de mis enemigos. Tengo adversarios en
todas partes: en el norte (Rabat) y en el este (Tinduf)". Y, para demostrar
su honradez, el alcalde de El Aaiún afirma que sólo cuatro
grupos se reparten el 90% de la riqueza de la zona:
-Atlas (grupo Dermam): posee el monopolio del gas del Sáhara,
lo que supone el 50% de la economía del territorio.
-Grupo Brahim Hammad: es el dueño del puerto de El Aaiún.
También tiene frigoríficos, conserveras de pescado, fábricas
de hielo y entre el 20% y el 30% de las casas de la ciudad. Además,
según otras fuentes, controla el contrabando de tabaco norteamericano
de la marca Marlboro.
-Familia Yumani: tienen transportes, frigoríficos, neumáticos,
barcos, inmuebles, y (lo más importante) son los abastecedores oficiales
del Ejército real.
-El Kentaui: en sus manos está la importación de materiales
de primera necesidad: tejidos, té, detergentes, cosméticos.
De estos cuatro grupos, sólo el primero existía antes
del abandono del territorio por parte de España.
El 10% restante de la economía está en manos de un centenar
de comerciantes, principalmente de las tribus izarguien y ait baamaran
(Ijalihenna pertenece a los tahalat).
Hay pocas esperanzas de que Brahim Mojtar Smeiba mejore su precaria
situación.
El Polisario dice que la 'Intifada'
saharaui va a continuar
AGENCIAS , Argel
Las manifestaciones de los habitantes oriundos del Sáhara Occidental,
que el Frente Polisario califica de Intifada saharaui -en alusión
a la palestina en los territorios ocupados por Israel-, prosiguieron durante
este fin de semana en El Aaiún, según un comunicado de este
movimiento fechado en Argel. Representantes del Frente, que busca la independencia
de la ex colonia española, aseguraron ayer que las manifestaciones
en la zona controlada por Marruecos proseguirán en los próximos
días.
"Decenas de familias carecen de informaciones sobre el paradero de las
personas detenidas por las autoridades marroquíes de ocupación,
mientras se mantiene en El Aaiún el estado de sitio", afirma el
Polisario en su comunicado.
El Polisario acusa también a las autoridades marroquíes
de "acentuar su política de mano de hierro contra la población
civil saharaui" y condena la integración forzada de saharauis en
las filas del Ejército.
La Intifada saharaui parece más el producto del cansancio
de la población que una protesta organizada por el Polisario. Lo
que comenzó en septiembre como una protesta en demanda de mejoras
sociales y económicas degeneró pronto en disturbios callejeros
con objetivos políticos muy claros en defensa de la independencia
del territorio ocupado.
La Gendarmería, sobrepasada por la dimensión de la protesta,
recurrió a los colonos marroquíes allí instalados,
que participaron en la represión al grito de "¡a por los polisarios!"
y "¡viva Marruecos!" Los manifestantes saharauis, lejos de achantarse,
respondieron a la afrenta con otras proclamas no menos nacionales: "¡Viva
la República del Sáhara libre!", dijeron.
Pérdida de control
Son numerosos los saharauis que aseguran que los incidentes ocurridos
en el último mes y medio en El Aaiún demuestran, sobre todo,
una pérdida de control por parte de las autoridades marroquíes,
en un instante en el que ese control puede ser decisivo para orientar la
intención de voto en un futuro referéndum sobre el futuro
del territorio.
Marruecos, tras ocupar el Sáhara en 1976 y desplazar a miles
de civiles a la región argelina de Tinduf, controlada por el Polisario,
confió en que esa división ayudaría a suavizar o suprimir
el sentimiento nacionalista en El Aaiún. Los acontecimientos de
las últimas semanas hacen pensar en que esa política educativa,
destinada a la marroquinización de los saharauis, ha fracasado.
Este revés podría tener ahora consecuencias: que el Gobierno
de Rabat acelere el envío de colonos a las zonas controladas del
Sáhara, con la intención de dificultar una futura cesión,
en caso de perder el referéndum de la ONU. |