Martes 8 febrero 2000 - Nº 1376 |
ESPAÑA
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Cierre total de
comercios y siete detenidos en otra jornada de violencia xenófoba
en El Ejido
El autor del apuñalamiento había sido asistido en un centro de salud mental la víspera del crimen
Los vandálicos ataques xenófobos contra la población inmigrante de El Ejido (Almería) continuaron ayer por tercer día consecutivo con escenas muy similares a las del fin de semana: cientos de vecinos intentando agredir a la población extranjera, instalaciones incendiadas, enfrentamientos con la policía -49 heridos en las tres jornadas-, carreteras cortadas y cierre generalizado, con intimidaciones, de comercios e invernaderos. Sólo cambió la actitud de Interior, que al fin dio orden de capturar a los responsables: ya hay siete detenidos, y se espera que pronto caigan quienes apalizaron el domingo al subdelegado del Gobierno tras el funeral por Encarnación López, muerta de una puñalada en el mercadillo de la localidad. Su presunto asesino ha ingresado en la cárcel provincial. Lecir Fahim, de 22 años, recibía tratamiento psiquiátrico y sus compañeros tramitaban su repatriación a Marruecos. JORGE A. RODRÍGUEZ, El Ejido La tensión y el vandalismo no cesan en El Ejido. Una turbamulta de más de 2.000 personas recorrió ayer en actitud provocadora las calles de esta población almeriense, en el tercer día de incidentes y ataques contra inmigrantes magrebíes desatados el sábado tras el asesinato de una mujer. Los manifestantes, descontrolados y sin rumbo, obligaron a cerrar a los comercios que habían desatendido la llamada a la huelga general. La policía les plantó cara y practicó siete detenciones. Lecir Fahim, de 22 años, se ha confesado autor del apuñalamiento de Encarna López. Recibía tratamiento en un centro de salud mental.
El Ejido registró en el día de ayer una dramática
sucesión de incidentes, persecuciones de magrebíes, cortes
de carretera, incendios e intervenciones policiales para evitar choques
entre los ejidenses y los magrebíes. La marcha de unos 2.000 airados
vecinos se organizó tras una noche de violencia en la que fueron
arrasados y saqueados numerosos comercios de extranjeros. Los ataques e
incendios de viviendas se sucedieron igualmente por la noche, obligando
a grupos de magrebíes a refugiarse en la comisaría del centro
de la ciudad.
Miles de ellos huyeron hacia las estribaciones montañosas de
El Ejido, donde prácticamente sin alimentos ni agua tuvieron que
ser socorridos por la Cruz Roja. Al cierre de esta edición, más
de 200 personas estaban concentradas ante la comisaría de la localidad,
al tiempo que una fábrica de reciclado de plástico ardía
en Las Norias.
La marcha de los ejidenses comenzó en las inmediaciones de Santa
María del Águila, el barrio donde fue asesinada Encarnación
López, y discurrió por la calle principal de El Ejido hasta
detenerse ante el Ayuntamiento,pero el alcalde, Juan Enciso (PP), no quiso
recibirles. Entre gritos contra la policía, la prensa y "los moros",
la concentración comenzó a circunvalar la ciudad atacando
las propiedades de los magrebíes. Al grupo se sumaron adolescentes
procedentes de los 15 colegios que habían cerrado sus puertas. La
policía, mientras tanto, se limitó a seguir el discurrir
de la marcha y a evitar que los inmigrantes fueran perseguidos y atacados.
Quema de un cortijo
La situación estuvo a punto de desbordarse en la Loma de la Mezquita,
un collado repleto de infraviviendas de inmigrantes, donde grupos de magrebíes
intentaron evitar que la manifestación llegara a esa zona. En este
otero se produjo por la tarde una carga policial que se saldó con
tres detenidos y dos policías heridos. Los manifestantes decidieron
cortar momentáneamente la Autovía del Mediterráneo,
no sin antes quemar un cortijo, en cuyo interior estalló una bombona
de butano, y varias chabolas más.
El mantenimiento de la tensión obligó ayer al delegado
del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, a hacer un
llamamiento a la calma y a incrementar la presencia policial, que se mantendrá
"hasta que las aguas vuelvan a la calma", dijo. 600 antidisturbios de la
Policía Nacional y de la Guardia Civil están acantonados
en El Ejido.
El cierre de comercios en el pueblo fue total, así como la paralización
de las más de 6.500 explotaciones agrarias de la zona. En las calles
aparecieron pintadas de tintes xenófobos. Pese a ello, Torres Hurtado
negó que exista una coordinación superior de algún
grupo fascista y aseguró que los incidentes los montan "grupos inconexos".
Simultáneamente a la manifestación de ejidenses, unos
300 inmigrantes del barrio de Las Norias intentaron manifestarse pacíficamente
en señal de duelo por el crimen cometido por uno de los miembros
del colectivo. La policía evitó que la manifestación
se acercara al núcleo de El Ejido.
La tensión, que parecía haber amainado a partir del mediodía, rebrotó a las cinco de la tarde. Grupos de incontrolados, algunos de ellos encapuchados, cortaron la Nacional 340 a la altura de la rotonda de El Parador, más cerca de Roquetas de Mar que de El Ejido. La policía y la Guardia Civil sí cargaron en esta ocasión para despejar la vía, aunque no pudieron evitar que al menos cuatro cortijos fueran incendiados. Al mismo tiempo, cuatro personas más eran detenidas en La Mojonera, por lo que el número total de arrestados anoche se elevaba a siete, y el de heridos en los tres días a 49. Rabat condena el asesinato de la mujer española y la violencia contra los marroquíes EL PAÍS, Madrid
El comunicado subraya que el Ejecutivo, que dirige el socialista Abderramán
Yusufi, "condena con el mayor vigor" el asesinato de una mujer española
supuestamente cometido por un perturbado y considera que este incidente
puede "dañar la imagen" de la comunidad marroquí en España.
El suceso, añade el comunicado, también ha sido utilizado
por algunos para causar perjuicios a "los intereses de ciudadanos marroquíes
residentes en España" y a "las relaciones de amistad y buena vecindad
entre los dos países".
El comunicado señala que desde que se conoció el "incidente
deplorable" se constituyó en el Ministerio de Asuntos Exteriores
una "célula de seguimiento" que está "en contacto permanente
con la Embajada" en Madrid.
Por su parte, Yamal Eddin Mechbal, responsable de Asuntos Sociales de
la Embajada del reino alauí en Madrid, pidió a la comunidad
marroquí residente en España "que se comporte como gente
civilizada, conteniendo la ira". Y solicitó también a las
fuerzas de seguridad que protejan a los "ciudadanos marroquíes,
sus bienes y su libertad de circulación".
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