El País Digital
Viernes 
3 marzo 
2000 - Nº 1400
CULTURA
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La Academia y el Cervantes se unen para hacer el 'Diccionario de dudas' 

El acuerdo de ambas instituciones es el inicio de una amplia colaboración 

M. JOSÉ DÍAZ DE TUESTA, Madrid 
En esta nueva era de la globalización, ayer se consumó una gran alianza. Dos instituciones, una joven, el Instituto Cervantes, y la Real Academia Española (RAE), unidas en el espíritu de vigilar y expandir el idioma, se han aliado para crear sinergias "al servicio del español". El proyecto más inmediato y de mayor envergadura es el Diccionario normativo de dudas de la RAE, las 21 academias iberoamericanas y el Cervantes. Este diccionario y "un amplio acuerdo programático futuro" serán financiados por Telefónica.
 
Rodríguez Lafuente (izqda) y García de la Concha,
ayer, tras la firma del acuerdo (Efe).
"Éste es un acuerdo de colaboración trascendental y clave para la lengua española, y esperemos que se mantenga en el futuro más allá de las personas". Así anunció ayer Fernando Rodríguez Lafuente, director del Instituto Cervantes, la gran alianza entre esta institución, creada en 1991, y la Real Academia Española (RAE), fundada en 1713. Ayer ambas instituciones firmaron el primer convenio de colaboración para unir esfuerzos "al servicio del español", según el director de la RAE, Víctor García de la Concha.
 
 

En ese camino se han encontrado la Academia y el Cervantes. La RAE aporta su esfuerzo en la defensa de la unidad del español, su gran objetivo, porque el lema limpia, fija y da esplendor está hoy superado. "Ya lo dijo en los años cincuenta Dámaso Alonso. Ese lema está muy bien en el siglo XVIII, pero para el XX y el XXI debe ser la defensa de la unidad del español", contó García de la Concha.
 
 

El joven Instituto Cervantes contribuye con su encargo de expandir el español a través de sus 34 centros, repartidos por 23 países. Una empresa que está dando muy buenos resultados. Según los datos, "recién sacados del horno", del Anuario del Cervantes, que se dará a conocer en mayo, la demanda del español en el sistema educativo francés ya ha superado al inglés, lo que ha producido el hundimiento de otras lenguas europeas. En EE UU, el gran salto viene no ya de los hispanohablantes, sino de los anglohablantes, de los cuales 31 millones (el 5%) han elegido el español como segunda lengua.
 
 

El primer proyecto en el que se materializará esta unión será el Diccionario normativo de dudas. El director de la Academia, Víctor García de la Concha, se esmeró ayer en no desvelar los detalles ni la fecha de nacimiento de ese gran proyecto de la RAE y las 21 academias asociadas (19 de habla hispana, más Filipinas y EE UU). García de la Concha no quiso reventar la presentación que tendrá lugar en Madrid el próximo día 8 con todas las academias asociadas de Iberoamérica. Pocas veces se han encontrado: en 1847, cuando salió la primera Ortografía, y el año pasado, para la segunda. Este diccionario y un "amplio acuerdo programático futuro", dijo García de la Concha, los financiará Telefónica.
 
 

La organización del II Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebrará en Valladolid en octubre de 2001, es el otro acuerdo firmado ayer, y en el que irán unidos la RAE y el Cervantes. Este congreso lleva dos asuntos clave: la sociedad de la información y el español como recurso económico. Contabilizar el volumen de dinero que mueve el español en el mundo es el gran encargo de las dos instituciones. Ambas esperan poder presentar el primer estudio económico en el congreso. 

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