El último sorteo de la 'mili' se celebrará en otoño del año 2000
EL PAÍS,
Madrid
El último sorteo del servicio militar obligatorio se celebrará en el otoño del año 2000 y los jóvenes nacidos después del 1 de enero de 1983 serán los primeros que no estarán obligados a hacer la mili. Así lo confirmaron ayer los portavoces de Defensa del PP, Arsenio Fernández de Mesa, y de CiU, Carles Campuzano, tras la última reunión de la ponencia parlamentaria encargada de elaborar el modelo de Ejército profesional, que se pondrá en marcha a partir del 1 de enero del 2003.
El dictamen, que ha sido consensuado por estos dos partidos, respeta el número de soldados profesionales que fijó inicialmente el Gobierno, 170.000 efectivos entre tropa y mandos, aunque lo define como el tope máximo a alcanzar. Además, el informe insiste en la necesidad de no reducir la operatividad del Ejército durante el periodo transitorio de su profesionalización, para lo que solicita al Ejecutivo que se reduzca lo más posible y, sobre todo, no vaya más allá del 31 de diciembre del 2002.
La ponencia justifica la necesidad de modificar el modelo actual del Ejército en la situación estratégica actual, que necesita de unas Fuerzas Armadas más flexibles, polivalentes y orientadas a la acción conjunta. Igualmente, señala que éstas requieren de una mayor cualificación y dedicación plena.
El portavoz del PSOE en la Comisión de Defensa, Pedro Moya, manifestó ayer la discrepancia de su formación con el dictamen de la ponencia al señalar que, a su juicio, el periodo transitorio debería adelantarse al año 2000 y debería reducirse el número de soldados profesionales. Desde las filas de Izquierda Unida, Willy Meyer también criticó el número de efectivos que establece el dictamen que, en su opinión, está "sobredimensionado".
Al mismo tiempo, anunció la intención de su coalición de presentar una enmienda a la totalidad del texto. El plazo para presentarla finalizará el próximo 8 de mayo y a partir de ahí se reunirá la Comisión Mixta Congreso-Senado para aprobar el texto definitivo y remitirlo al pleno de las dos Cámaras.
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