El País Digital
Miércoles
15 abril
1998 - Nº 712

La expansión del español acabará en el 2010 por causas demográficas

EL PAÍS, Madrid
El primer Anuario del Instituto Cervantes, El español en el mundo, que fue presentado ayer con dos actos celebrados en la Casa de América de Madrid, advierte que la lengua española llegará al final de su ciclo expansivo en número relativo de hablantes hacia el año 2010. Según un estudio de Francisco Moreno, catedrático de Lengua, y Jaime Otero, del Instituto de Cuestiones Internacionales, el crecimiento demográfico en el ámbito hispanoamericano será muy inferior al del área de influencia del inglés (que pasará de los 497 millones de anglohablantes de hoy a los 617 millones) y similar al del francés (101 millones ahora, 133 millones en el 2010). El estudio demolingüístico prevé que el número de personas que usan hoy el castellano como primera lengua (350 millones) alcanzará en ese año los 396 millones.

El director del Instituto Cervantes, Santiago de Mora-Figueroa, anunció estas previsiones con más optimismo que alarma. Tras recalcar que la unidad del español «está completamente a salvo, a diferencia de lo que pasa con el inglés o el francés», Mora-Figueroa subrayó el carácter homogéneo e internacional del español («9 de cada 10 hispanohablantes no viven en España»), y pronosticó «un aumento del prestigio y la salud económica de los países hispanoamericanos» que favorecerá un cambio de imagen del español: de una «lengua pasional a una lengua más lógica y más armoniosa».

Más prestigio

De todos modos, el director del Cervantes asume las principales recomendaciones de ese estudio demográfico que afirma que el impulso del español deberá sustentarse en políticas lingüísticas distintas, basadas en factores cualitativos y no cuantitativos, como la conveniencia de «alcanzar mayor prestigio cultural y científico, más poder adquisitivo y mayor uso como segunda lengua».

El español en el mundo, que fue presentado por la tarde por el secretario de Estado de Cultura Miguel Ángel Cortés, revela algunas otras cuestiones conflictivas. Un informe de la traductora Julia Escobar denuncia la indiferencia de los medios y los intelectuales respecto a la función de los traductores e intérpretes, a la vez que destaca la escasa profesionalización de estos y el elevado número de traducciones realizadas (11.833 en 1996).

Y en la segunda parte del volumen, que analiza la relación entre el español y la ciencia, el vicedirector de la Real Academia Española y presidente de la de Ciencias Exactas, Ángel Martín Municio, reclama en un ensayo «un gran proceso de intelectualización» de la lengua española que incluya la creación de una red terminológica como forma de hacer frente a la absoluta dominación sajona en las publicaciones científicas. Un dominio que un estudio del CSIC revela doblemente abrumador: el francés dobla la presencia del español en ocho grandes bases de datos de ciencia y tecnología.

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