El País Digital
Domingo
7 junio
1998 - Nº 765

Patti Smith defiende como ideal juvenil a un Lorca «bello, valiente e irreverente»

JESÚS ARIAS, Granada

Patti Smith, ayer ante el piano
que tocó Lorca (C. Valenzuela).
«Federico García Lorca hizo un retrato de Nueva York que hoy podría servir para cualquier ciudad del mundo». Así definió ayer en Granada la cantante Patti Smith una de las obras que más le han impactado desde su juventud, Poeta en Nueva York. «Es un retrato que uno se puede encontrar cuando camina solo, de noche«. Smith tenía previsto ofrecer anoche un concierto en la Huerta de San Vicente, residencia veraniega del poeta granadino, como uno de los actos de homenaje en el centenario de su nacimiento.

Patti Smith, oscura, enigmática y muy delgada, se mostró ayer entusiasmada con ofrecer su particular acto de conmemoración añadido a todos los que estos días se están llevando en Granada con Lorca como centro absoluto de todo, un Lorca a quien describió como «bello, valiente, irreverente, todas las cosas a las que aspira una mirada joven e inteligente«.

La cantante recibió hace unos meses la propuesta de la directora de la Huerta de San Vicente, Laura García-Lorca, sobrina del autor de Yerma de hacer algún tipo de creación musical a partir de la obra del poeta. Ella eligió fragmentos de Poeta en Nueva York y la conferencia Juego y teoría del duende para, desde la improvisación, actuar acompañada del guitarrista Oliver Ray. Según confesó ayer en los jardines de la Huerta de San Vicente, en donde más de una vez se quedó ensimismada con el canto de los pájaros, sin prestar atención a los periodistas, Smith llegó a Lorca muy joven, «con apenas dieciséis años«, cuando unos amigos suyos, muy aficionados al jazz y la lectura, la introdujeron «en la música de John Coltrane y los versos de Lorca». Años más tarde, uno de su grandes amigos, el poeta beat Allen Ginsberg, fallecido hace unos meses, le habló de su pasión por el autor granadino. «Con mi recital de esta noche (por ayer) quiero también rendir mi particular homenaje a Allen Ginsberg, que era un apasionado de Lorca. Creo que a él le hubiera encantado estar aquí», dijo Smith.

La cantante, que conmocionó la escena del rock a mediados de los setenta con su disco Horses y una brutal versión de la canción Gloria, subrayó que lo que más le fascinó desde un primer momento de García Lorca fue su capacidad de «unir lo revolucionario y lo bello en un mismo plano, dos cosas que, cuando se unen, nunca debe decirse«.

Conoció Nueva York a través de Poeta en Nueva York, dijo. «Leí el libro antes de ir por primera vez a la ciudad, y aunque puede haber cambiado mucho, siempre he tenido la impresión de que hay en el libro un retrato que sirve no sólo para Nueva York, sino para todas las ciudades, imágenes que uno puede encontrarse cuando pasea solo de noche: es la verdad de una ciudad». «En ese retrato», señaló Smith refiriéndose a la obra más compleja de Lorca, «se resalta mucho lo que está fuera del tiempo corriente. Su visión no está enmarcada en el tiempo. Y el tiempo de ese libro sigue existiendo en la ciudad».

Smith comentó que otra de las cosas que más la habían cautivado desde que comenzó a leer al poeta fue el duende , dijo en castellano. ¿Pero, cómo traduciría duende a su propio idioma?, le preguntaron. «Duende para mí quiere decir la sangre que arde o la sangre que canta», respondió. «Los viejos intérpretes de jazz o de blues lo llamarían soul, aunque duende implica también inteligencia, una cierta visión de Dios para quien cree en un Dios. Es un concepto mucho más pasional que soul » .

Respecto al impacto que causa el autor de Bodas de sangre en la cultura anglosajona, la cantante fue tajante y explícita: «Lorca es un poeta universal», sentenció. «Él rechazaba ser encasillado, y eso es realmente lo importante de un artista, lo que hace que cautive a todo el mundo. Se negó a tener una escuela, una nacionalidad o un estilo definido. Lorca, como un artista universal, se negó a una definición concreta».

Escuchar a los muertos

El exceso de homenajes, conferencias, recitales y actividades de cualquier tipo que este año, y más aún en estos días, sufre la figura de García Lorca no le supo mal a Patti Smith. «Siempre que pensado que homenajeando a alguien, recordándolo, se consigue al mismo tiempo escuchar su voz. Y es muy importante escuchar la voz de los muertos, porque tienen mucho que decir».

La de anoche no es la única actuación que la casa-museo Huerta de San Vicente tiene previsto este año para conmemorar el centenario de Lorca. dentro de unos días, el 12 de junio, en el Anfiteatro del Generalife, Paco de Lucía, presentará en Granada su nuevo disco, Luzía . El 18 de junio actuará, por su lado, el Ben Sidran Quartet.

La actuación de Patti Smith, sin embargo, era una de las más esperadas en Granada, no sólo por su presencia sino porque el concierto de la Huerta de San Vicente, que ella avanzó como una improvisación inspirada en el lugar y en el momento, será irrepetible. Como una de las sorpresas esperadas se encontraba el hecho de que la cantante pudiera tomar la guitarra original con la que García Lorca aprendió a tocar.

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