Las solicitudes de permisos de trabajo para inmigrantes duplican el cupo del Gobierno

SOLEDAD ALONSO, Madrid
Las solicitudes de permisos de trabajo en España presentadas por ciudadanos que no pertenecen a la Unión Europea duplican el cupo establecido para 1998, fijado en 28.000 permisos, según datos aproximados que ayer -día en el que se cerraba el plazo de admisión de solicitudes- ofreció el Ministerio de Interior, que estima que desde el pasado 30 de marzo se han realizado unas 50.000 peticiones.

La cifra es superior a juicio del sindicato CCOO, que, a la vista de cifras facilitadas por la Comisión Delegada de Flujos Migratorios, denunció ayer que a una semana del cierre del plazo las solicitudes se situaban ya en 54.500, lo que demuestra "la insuficiencia del cupo anual". La solución que plantea este sindicato es que se analicen los datos en cada ámbito territorial "a fin de adecuar la actual distribución a la demanda existente y dar la cobertura necesaria a las solicitudes que cumplan los requisitos".

El problema del exceso de peticiones ya se produjo el año pasado -se solicitaron 67.611 permisos-, por lo que el Gobierno decidió ampliar el cupo inicial en 15.000 permisos al considerarlo insuficiente. Así, se acabaron concediendo 24.690 visados.

CCOO señaló además que "la gran mayoría de los solicitantes se encuentran de hecho en nuestro país". En sentido contrario se pronunció ayer Unión Sindical Obrera (USO), que calcula entre 50.000 y 150.000 el número de trabajadores inmigrantes sin permiso que viven en España. Según este sindicato, muy pocos de ellos podrán optar a una de las plazas porque la mayoría irá a trabajadores que han hecho sus peticiones en los consulados españoles.

Aunque CCOO ha observado mejoras por parte de las instancias del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, advierte de que la tramitación de los visados ha colapsado un gran número de consulados, por lo que la resolución de los procedimientos podría demorarse todavía un año más. Este sindicato señala como especialmente grave la situación de la oficina consular de Bucarest y las cinco de Marruecos, donde existen "graves defectos de tramitación".

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