--But Sylvia is dead. Es mu-er-ta. You told me so.
--(Tienes ochenta y tres mamá, eighty-three. Naciste en el tres.)
--¡Y qué te crees tú! Los muertos también
se sienten solos. Tienen sentimientos. Necesitan otros para que los acompañen.
Pero otros muertos de su edad, si no, no tienen nada de qué hablarse.
Además, me quiero ir. Desde que llegué aquí nada más
que he trabajado y trabajado. Sí, sé que tenemos esta casona
con piscina olímpica y que la puerta del garaje se abre sola, y
sé que tengo doce televisores a color en mi cuarto, y diez y seis
radios despertadores, y un closet atestado de ropa y me van a regalar un
VCR, pero ¿quién le habla a esta vieja? Tu madre en las clases
de meditación trascendental y en las de aerobics, y tu padre en
su taller de impotencia, y cuando hay fiesta me visten como un maniquí
de vidriera y los invitados siempre dicen: "Granma, very nice", y de tus
hermanos eres el único que hace por entenderme. Aquí me estoy
volviendo un fantasma anémico por falta a quién espantar.
Y cuando venga la ambulancia dirán todos: "Do everything you can
to keep her with us. Hagan todo lo que puedan". Entonces me conectarán
a una máquina y así estaré como uno de esos vegetales
que no necesitan tierra para vivir. No is the coffee! You help you abuela
¿yes or no?
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