Sin embargo, quién
sabe si por querer impresionar a Pedro, su esposo, o por querer establecer
una competencia con Tita en sus terrenos, en una ocasión
intentó cocinar. Cuando
Tita amablemente quiso darle algunos consejos, Rosaura se molestó
enormemente y le pidió que la dejara sola en la cocina.
Obviamente el arroz se le batió, la carne se le saló y el postre se le quemó. Nadie en la mesa se atrevió a mostrar ningún gesto de desagrado, pues Mamá Elena a manera de sugerencia había comentado: -Es la primera vez que Rosaura cocina y opino que no lo hizo tan mal. ¿Qué opina usted, Pedro? Pedro, haciendo un soberano esfuerzo, respondió
sin ánimo de lastimar a su esposa.
Por supuesto esa tarde toda
la familia se enfermó del estómago.
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